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Triquinosis: impacto sanitario de una patología emergente

Enfermedad muy antigua. Resulta inadmisible criarlos sin control y alimentarlos en basurales.
 

Por El Litoral

Sabado, 29 de julio de 2023 a las 23:43

La triquinosis es una zoonosis (enfermedades e infecciones que afectan a los animales y al hombre) que ocasiona situaciones sanitarias y económicas significativas para las comunidades.
Es conocido que el ciclo parasitario se mantiene entre animales carnívoros y omnívoros;  las ratas mantienen el ciclo en la naturaleza. Y la relación rata-cerdo-hombre es la base fundamental de la triquinosis. 
La triquinosis es una enfermedad muy antigua y su conocimiento se pierde en los tiempos prebíblicos. Israelitas y musulmanes han considerado a la carne de cerdo impura, propugnando desde la religión premisas sanitarias, como no ingerir carne de cerdo.
Desde principios del siglo pasado, se han impartido normas sobre la cría de cerdos y su manufactura. Por lo tanto es inadmisible verlos en basurales o criados domésticamente sin control alimenticio y sanitario, además del bromatológico, de sus productos de consumo.
El resto del mundo no ha quedado soslayado de la incidencia mortal por triquinosis. Transcurrieron centurias y en aquellos países con inspección veterinaria de los faenamientos en mataderos y frigoríficos la zoonosis logró en numerosos casos controlarse. No obstante, se mantiene el peligro en la faena domiciliaria de cerdos sin control bromatológico, incluyendo  animales silvestres (jabalí o  puma).
En el mundo, 41 países denunciaron entre los años 1986 a 2009,  65.818 casos con 42 defunciones.
La Argentina es uno de los países comprometidos por esta patología e históricamente las áreas prevalentes eran regiones de la Patagonia, comprometiendo el sur de la provincia de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. “La triquinosis es una enfermedad endémica, re-emergente en el período 1990. La parasitosis se mantenía entre 100 y 200 casos anuales;  a partir de la década de 1990, se observó un notable incremento de personas afectadas (5.217 durante el período 1990-1999) y en las provincias de la zona central del país (Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba) se concentraron el 89% de los casos” (Ribicich, 2005). En el período 2014 a 2018 se denunciaron 5.211 casos humanos (Guía p/prevención y control de la Triquinosis en Argentina-1ª ed. 2021 –58 pág.) 
Sintetizando,  a nivel humano en un período de 9 años (1990/1999) se notificaron 5.217 casos y en otro posterior de 4 años (2014/2018) fueron 5.211 casos. Lo que denota un promedio anual en el primer período de 579 casos/año y en último de 1302 casos/año. Duplicando las cifras en la mitad del tiempo. 
Para animales silvestres en el lapso 2013 a 2018 sobre un total de 84 casos infectados, 80 fueron jabalíes y 4 pumas. Las provincias involucradas fueron Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Rio Negro  y San Luis. Neuquén arrojó 69 casos del total.
Generalmente la patología ocurre en época invernal, cuando la gente se reúne a comer productos conservados (chorizos; embutidos; fiambres; etc.). Hace poco más de tres años,  señalábamos que podía considerarse a la triquinosis una enfermedad emergente y de expansión territorial probablemente relacionada con el cambio climático. En tal sentido, su incidencia se extendía geográficamente desde sus áreas conocidas en la Patagonia a las provincias de San Luis, La Pampa, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y Corrientes. Es decir del clima frío se extendió al cálido  y al subtropical. En ese entonces se contabilizaron 600 casos humanos, además de los sospechosos en estudio.  En Córdoba, según información oficial del 12/10/2021, se registraron 244 casos de triquinelosis; y 18 días más tarde en Villa del Totoral, a 84 km al norte de la capital de Córdoba, se denunciaron 100 casos más. El Boletín Epidemiológico Nacional señala para el año 2022 (SE 1 a SE 30) 301 casos asociados a brotes en Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos y Mendoza. Lo que nos motivara a la reflexión de señalar a la triquinosis como emergente y su relación con el cambio climático, particularmente para el nordeste argentino.   Según El control de las enfermedades transmisibles en el hombre. 18° edición, American Public Health Association, 2004., “la triquinosis es una enfermedad causada por la ingestión de la larva del nematodo intestinal Trichinella spiralis que habita en el músculo de los animales hospedadores y tras ser ingerida por el hombre pasa a la pared intestinal donde se multiplica emigrando sus embriones a los músculos quedando encapsulados en ellos”.
 El cuadro clínico de la patología puede presentarse en forma benigna o aguda, llegando a causar el óbito en determinadas circunstancias, particularmente cuando media la ingestión de un importante número de larvas. Los pacientes suelen presentar trastornos gastrointestinales; mialgias; fiebre; edemas de párpados y congestión conjuntival. Luego puede aparecer sed; sudoración profusa; escalofríos (síndrome febril); debilidad; astenia; y eosinofilia elevada. En general el período de incubación se presenta entre 1 a 2 semanas luego de ingerido el alimento contaminado; seguido de un cuadro agudo que puede durar 1 semana; y de un período de estado de 1 mes y de no existir complicaciones cardíacas y neurológicas; prosigue con un período de recuperación de 1 año.
El diagnóstico presuntivo se basa en el cuadro clínico sugestivo de triquinosis y en la circunstancia que los pacientes suelen presentarse a la consulta acompañados de otros con sintomatología similar, todos ellos comensales de carne de cerdo insuficientemente cocida o embutidos caseros, en todos los casos sin control bromatológico.
El diagnóstico de laboratorio se basa en pruebas inmunoalérgicas o anatomopatológicas de biopsia de músculo estriado, donde pueden encontrarse las larvas no encapsuladas del parásito.
El Instituto Anlis-Malbrán “utiliza Elisa como técnica de screening y Western blot como confirmatorio para la detección de Ig G, con antígenos Excreción-secreción (ES). 
El tratamiento de los pacientes consiste en medicarlos con  antiparasitarios antihelmínticos, particularmente cuando se encuentran en el período de invasión larvaria, agregando según necesidad antiinflamatorios.  La primera pregunta que uno podría formularse es porqué los cerdos comen ratas  y la respuesta es: los cerdos comen ratas cuando se crían comiendo desperdicios en basurales en competencia con estos roedores y no son controlados por el hombre en su alimentación y hábitat, según normas sanitarias con control bromatológico. Y la pregunta siguiente es: ¿cuál es el papel que tiene el hombre? Y en ese sentido el hombre es responsable de la crianza, alimentación adecuada y control sanitario del cerdo y sus productos  para consumo y venta. 
Consideramos a esta zoonosis, como a  otras, un indicador del desarrollo de los pueblos. Particularmente  al  encontrarnos con una duplicación de casos humanos en un corto lapso; dispersión de parásitos en animales con  participación de especies silvestres; cerdos criados sin control; y la adaptación a los cambios climáticos. De tal manera tendremos un panorama  preocupante de la situación sanitaria. En tal sentido, consideramos necesario incrementar los conocimientos; determinar la prevalencia de las especies parasitarias involucradas; relacionar la prevalencia parasitaria en animales de consumo  y  el cambio climático; estudiar las causas de dispersión parasitaria determinando el rol de animales silvestres. Y explorar los métodos de diagnóstico más sencillos, sensibles y económicos, para aplicar a nivel humano y animal, particularmente en áreas rurales alejadas de centros  urbanos de mayor desarrollo.
Con educación, cambios de conducta y cumplimiento de las normas sanitarias, se estará actuando en beneficio de la salud y el bienestar de la población.
Referencias
Gorodner J.O. Triquinosis. Otra enfermedad reemergente. Rev Asoc. Méd. Argentina. Vol 124.N°1; 2011
Gorodner J.O. Estudio de la Triquinosis como enfermedad emergente y su probable tropicalización regional. Proyecto de   Investigación aprobado por la Unne. 2011
Preocupación por brote de triquinosis: más de 450 casos. DocSalud.com; 9 de junio de 2014
Gorodner J.O. Investigación sobre la geografía médica de la triquinosis. En Hirsch R.R, Troncoso A.R. Editorial Beloukia ed. 2018: 92.
Triquinosis-Boletín Epidemiológico de Córdoba nº 2085; 10/8/2018
Gorodner J.O.-Triquinosis. Otra enfermedad reemergente. Rev Asoc. Méd. Argentina. Vol 124.N°1; 2011
Gorodner J.O. Salud y Cambio Climático. https://med.unne.edu.ar/index.php/3d-flip-book/salud-y-cambio-climatico/ 2019
-Reporte Epidemiológico de Córdoba. Alertan por 17 casos de triquinelosis en Piquillín y Villa del Rosario- N° 2482- 30/8/2021
-Reporte Epidemiológico de Córdoba. Dos casos de triquinelosis en Florentino Ameghino por consumo de carne de puma. N° 2483- 1/9/2021 
-Reporte Epidemiológico de Córdoba. Se registraron 244 casos de triquinelosis, N° 2495-12/10/2021
-Guía para la prevención y el control de la Triquinosis/ Trichinellosis en la República Argentina-Ministerio de Salud- Argentina- 2021-Publicado en 2022.
Gorodner J.O. Las zoonosis y su magnitud epidemiológica. Problemática del cambio climático . 210 pág. https://med.unne.edu.ar/index.php/3d-flip-book/las-zoonosis-y-su-magnitud-epidemiologica-problemática-del-cambio-climatico/

Dr. Jorge Gorodner (*)
Especial para El Litoral

(*) Médico y doctor en Medicina (UBA). Diplomado en Medicina Tropical (USP-Brasil). Profesor Honorario de Medicina (UBA). Ex profesor titular de Infectología (Unne). Miembro de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires. Miembro del Tribunal de Honor de la Asociación Médica Argentina. Ex coordinador nacional de Zoonosis y secretario del Comité Coordinador del Centro Panamericano de Zoonosis (OPS/OMS). Ex director investigador del Instituto de Medicina Regional (Unne). Ex director de la carrera del Doctorado de la Unne en Medicina

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