Este martes se formalizó el recambio dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto con la renuncia de Eduardo Bustamante al cargo de secretario de Relaciones Exteriores, el segundo puesto en jerarquía dentro de la Cancillería.
La decisión fue comunicada mediante el Decreto 491/2025, publicado en el Boletín Oficial de la Nación, con las firmas del presidente Javier Milei y del canciller Gerardo Werthein. El texto establece que la renuncia fue aceptada con vigencia retroactiva al 18 de julio.
Diplomático de carrera, Bustamante había asumido como vicecanciller el 17 de octubre de 2024, en reemplazo de Leopoldo Sahores, quien era apuntado por la alta dirigencia libertaria, que intenta imprimirle a la política internacional del Gobierno una impronta más acorde con el estilo del presidente Javier Milei, quien en la Asamblea General de Naciones Unidas anterior había planteado duras críticas a los organismos internacionales y a los consensos que están plasmados en la Agenda 2030, renombrada ahora como Pacto por el Futuro. El mandatario buscaba desde entonces convertir a la Argentina en “faro del mundo” en materia de libre mercado y de posiciones más conservadoras en materia social y política.
En ese entonces, Bustamante fue presentado como “un funcionario del Servicio Exterior de la Nación con una destacada trayectoria diplomática”.
Es abogado y licenciado en ciencia política y realizó estudios de posgrado en seguridad internacional. Trabajó en las embajadas argentinas en Angola y en Pakistán durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Su experiencia profesional también incluye la coordinación de asuntos fronterizos y de negociaciones internacionales en temas críticos como terrorismo y crimen organizado transnacional. Entre 2016 y 2018 fue subsecretario de Desarrollo de Fronteras del Ministerio de Seguridad que lideraba Patricia Bullrich durante el gobierno de Mauricio Macri.
Sumada a la salida de Demian Reidel como jefe de Asesores presidenciales este lunes, la de Bustamante es la 156° partida oficial del gobierno nacional desde el comienzo de la gestión Javier Milei y la 11° dentro del área de relaciones exteriores.
Reidel se abocará por completo a la presidencia de Nucleoeléctrica Argentina S.A. y al desarrollo del Plan Nuclear Argentino. Su renuncia fue aceptada por el mandatario a través del Decreto 481/2025, publicado este lunes 21 de julio en el Boletín Oficial, aunque con efecto retroactivo al 17 de julio.
La medida impacta directamente en la estructura de asesores de la Casa Rosada y marca la salida de uno de los colaboradores más influyentes del círculo presidencial.
“Dejo la presidencia del Consejo de Asesores para concentrarme de lleno, desde la presidencia de Nucleoeléctrica, en el desarrollo del Plan Nuclear Argentino”, señaló Reidel en sintonía con lo informado por el Ejecutivo.
Añadió que esta estrategia busca “recuperar la soberanía energética y potenciar el desarrollo científico-tecnológico del país”, y que se trata de “una política de Estado”.
“El plan abarca la construcción del primer reactor modular argentino, la extensión de vida de nuestras centrales, el impulso a la minería de uranio, la creación de YPF Nuclear y muchas otras iniciativas estratégicas”, detalló Reidel, cuya salida se da en un contexto de reacomodamientos internos en el Gobierno y mientras Milei relanza su ofensiva política en el marco del Consejo de Mayo.
Además, remarcó, que junto a Milei siguen escribiendo juntos “un libro de teoría económica con una visión revolucionaria del crecimiento basada en los retornos crecientes a escala”. Y enfatizó que su “compromiso personal es total”.
Desde abril, el economista preside Nucleoeléctrica, la empresa estatal encargada de operar las tres centrales nucleares del país: Atucha I, Atucha II y Embalse. También lidera el ambicioso Plan Nuclear Argentino, que busca expandir la infraestructura energética mediante la construcción de nuevos reactores modulares de fabricación nacional, entre otros objetivos estratégicos.
Infobae