n La comunidad de judía correntina recordó ayer a las 85 víctimas y a los más de 300 heridos del atentado a la sede de la Amia. Se cumplieron ayer 30 años del suceso terrorista que sacudió al mundo y cambió al país. Se renovó el pedido de Justicia y Memoria.
En la Sociedad Cultural Israelita Scholem Aleijem se realizó ayer el acto de recordación, que encabezó el rabino Marcelo Wajcer.
Del sentido homenaje participaron el arzobispo Andrés Stanovnick, el pastor Sergio Díaz, el vicegobernador Pedro Braillard Poccard, el ministro de Justicia, Juan José Desimoni, el viceintendente de Capital, Emilio Lanari, y la sociedad correntina en general.
Se nombró a cada una de las 85 víctima fatales del atentado y se encendió la vela del recuerdo, en homenaje, tras el minuto de silencio.
Hubo palabras de discernimiento, reflexión y reconocimiento y para concluir el acto se dejó inaugurado el Paseo de la Memoria, con 38 fotos de atentado, de Julio Menajovaky, uno de los primeros reporteros gráficos en llegar al lugar del atentado.
“Da vergüenza la falta de Justicia por lo sucedido hace 30 años. Amia es una tragedia Argentina. El 18 de julio de 1994 a las 9.53, éramos un país y después fuimos otro”, dijo el rabino.
“Exigimos Justicia hoy y Memoria, siempre”, lanzó.
Fue luego el turno de Beatriz Kunin, delegada local de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), quien aseguró que “el atentado a la Amia fue una agresión directa al pueblo argentino, no solo a la comunidad judía. Fue el mayor atentado al país y sigue impune. La Amia fue y seguirá siendo un lugar común, sin armas, un espacio de gente inocente. Necesitamos Justicia”.
“Celebramos que el Gobierno nacional haya enviado un proyecto propio de Ley de Juicio en Ausencia, para que sean juzgados y condenados los responsables: Irán, Hamas y Hezbollah. Repudiamos el memorándum de entendimiento con Irán, que solo favorecía a la impunidad de los responsables. Ahora resulta que ellos son las víctimas y lanzan amenazas. Justicia y Memoria”, concluyó.
Para cerrar, el rabino Wajcer reflexionó: “Probablemente el año que viene debamos repetir estas palabras y cambiar el 31 por el 30. Lo que pasará es que vamos a seguir sosteniendo nuestro derecho irrenunciable de exigir verdad, justicia y castigo para los culpables. Porque la memoria es el espejo donde miramos a los ausentes”, cerró.
El Litoral consultó a Graciela Ricer, abogada que integra la Comisión Directiva de B’nai Brith Argentina que lucha por los derechos humanos y la antidiscriminación en todas sus formas, que participó del acto. “Hoy nos vuelve a convocar una lucha que concierne a todo ser humano, aquí y en cualquier lugar, ahora y siempre. Nos vuelve a convocar la lucha contra la impunidad. No torcerás el derecho dice la Torá y agrega: Justicia solo Justicia perseguirás. Por eso no encontrarán paz la memoria de las víctimas de la Amia hasta que sean condenados sus autores, cómplices, encubridores y el terrorismo sea erradicado para siempre. Me asocio a palabras que no son mías pero a las que adhiero. Se puede vivir sin riquezas, es más se puede vivir sin salud, se vive mal, pero se vive. Mientras que sin Justicia no se puede vivir”