El Tribunal Oral y Penal de Santo Tomé condenó al 5 años de prisión al misionero Marcelo Ferreyra, alias Botica, acusado de atropellar y matar a una estudiante de Santo Tomé en mayo del 2024.
Según la justicia, Ferreyra conducía su vehículo a alta velocidad por la Ruta Provincial94 en cercanías de paraje Atalaya cuando embistió a Manuela Jaqueline Ponce (21), estudiante de maestra jardinera, quien murió en el acto. Horas después del hecho las autoridades descubrieron que el ahora condenado trasladaba droga en su vehículo y que huía de la Prefectura Naval Argentina.
Ferreyra, oriundo de la localidad de San Javier, fue hallado culpable y sentenciado a 5 años de prisión de cumplimiento efectivo, más 10 años de inhabilitación para conducir vehículos.
El abogado querellante de la familia de Ponce, Pablo Ordenavía, contó que en el caso los jueces "aplicaron el artículo 84 bis, homicidio culposo agravado por la conducción imprudente, negligente y anti reglamentaria".
"El que condena es el Tribunal Oral de Santo Tomé, y el hecho por el cual lo condenaron fue el del 22 de mayo de 2024, aproximadamente a las 16. Transitaba en su Renault Fluence color bordó en compañía de otra persona que no se pudo identificar, acompañado también por un vehículo de apoyo, que era un Chevrolet Onix, en el cual llevaban marihuana, que estaba envuelta en bultos, en total eran 289 bultos, es decir, ladrillos de marihuana".
Los dos vehículos mencionados "fueron interceptados por el control de Gendarmería, eludieron el control y empezaron una carrera a gran velocidad, para luego llegar al puente del arroyo Itacuá, donde intentaron sobrepasar un vehículo, una camioneta vieja que venía sobre el puente del arroyo Itacuá, lo sobrepasaron y se encontraron con la moto que era conducida por Ponce", según publicó este miércoles el diario posadeño El Territorio.
La joven voló en el aire en el momento del impacto, y fue desplazada a 20 metros del lugar, y terminó cayendo en los matorrales. Se desplazaba en una Gilera Smash de color azul, con el casco puesto. Salía del Instituto Jorge Luis Borges y se dirigía a su casa que está en Atalaya", detalló el abogado.
Contó además que la colisión "se produjo en una zona transitada donde la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora. Destruyó la moto, generó graves impactos en el vehículo y le produjo fracturas y lesiones de gravedad que le provocaron la muerte. Escoriaciones varias y multitraumatimos, sobre todo, fue la razón de la muerte, según figura en el acta de defunción, también se informó que tenía fracturados los dos fémur, las costillas rotas, lo que pudo haber producido un hundimiento de la costilla en el bazo o en el pulmón, y que eso haya provocado la muerte", especificó.
Ordenavía afirmó además que "la negligencia fue conducir a exceso de velocidad, realizar una maniobra de sobrepaso no permitida en la zona de puente. El artículo 41 inciso 2 de la ley 24449 dice que no se puede efectuar maniobra de sobrepaso, está prohibido, en un puente. Por lo tanto, esa es la conducta antirreglamentaria que se determinó como también la conducta negligente, que omitió concretamente las diligencias a su cargo. La imprudencia fue haber realizado la maniobra de sobrepaso cuando la prudencia indicaba no hacerlo, ya que si circulaba un vehículo en sentido contrario debería no haber efectuado el sobrepaso".
En cuanto a una posible apelación, el abogado dijo que hasta el momento la familia no decidió dar ese paso. Y respecto al cargamento que llevaba Ferreyra, el misionero deberá afrontar cargos por narcotráfico en la ciudad de Paso de Los Libres.