Los médicos y enfermeros del Departamento de Neonatología del Hospital Vidal no tuvieron tiempo siquiera para brindar, menos para mirar como el cielo de la ciudad se iluminó a las 12 de la noche con los fuegos de artificios que llegaron con el nuevo año. Es que a escasos tres minutos del 2005 llegó al mundo Aylen Itatí Anahí Sabao, la beba que se erigió en la primera correntinita del nuevo almanaque. En la maternidad del Hospital Llano, al contrario, hubo un doble motivo para el brindis, pues allí nació el último correntino del 2004 que se fue.
La guardia de médicos del Hospital Vidal recibió la nueva etapa asistiendo a María Itatí Lescano, una mujer de 37 años que llegó con intensas contracciones. Asistió al centro de salud para parir a su cuarto hijo, sin saber que finalmente su beba se convertiría en la primera nacida en el nuevo año en todo el territorio de la provincia.
“Tenía fecha para el 15 de enero, pero se adelantó”, explicó a El Litoral la madre de Aylen, una pequeñita de piel rozagante que nació producto de un parto normal y presentando un óptimo estado de salud. Pesó al necer 3.050 kilogramos.
A pocas horas de dar a luz, con una sonrisa que iluminaba su cara, María Itatí mecía en brazos “a la recién llegada”, que vestía un coqueto conjunto amarillo. “Por ahora se porta bien y no llora mucho”, comentó la madre, orgullosa.
Aylen compartió habitación con el último bebé del año nacido en ese hospital. Se trata de Lucas Luis, nacido a las 21.30 con la asistencia del mismo plantel de médicos que atendió más tarde a la beba del año. El muchacho pesó 3.700 kilogramos al momento de su nacimiento. Es el cuarto hermanito de la familia de Patricia Verdún.
El equipo de profesionales que trabajó en la sala de parto estuvo integrado por Sandra Ramírez, Verónica Rosmer, Manuel Fernández y Carlos Capará. Ellos fueron los encargados de asistir en la noche del 31 y comienzo del 1 de enero.
Pero todos los reconocimientos no fueron sólo para quién recibió con la vida el primer día del calendario, sino también para quién se convirtió en el último de la generación del 2004.
El alumbramiento final del año viejo ocurrió en el Hospital Juana Molina Llano. Allí nació un varón llamado Iván Agustín, que llegó al mundo media hora antes de despedirse el 2004. La madre primeriza, Romina Sánchez, acompañada de sus familiares, contó que se retrasó la llegada y que su “bebote” ya llevaba 41 semanas dentro del vientre. El chiquito nació a las 23.23 del 31 de diciembre pesando 3.540 kilogramos. Fue asistido por Claudia Carolina Sosa y Fernando Alfonso.
La guardia de médicos del Hospital Vidal recibió la nueva etapa asistiendo a María Itatí Lescano, una mujer de 37 años que llegó con intensas contracciones. Asistió al centro de salud para parir a su cuarto hijo, sin saber que finalmente su beba se convertiría en la primera nacida en el nuevo año en todo el territorio de la provincia.
“Tenía fecha para el 15 de enero, pero se adelantó”, explicó a El Litoral la madre de Aylen, una pequeñita de piel rozagante que nació producto de un parto normal y presentando un óptimo estado de salud. Pesó al necer 3.050 kilogramos.
A pocas horas de dar a luz, con una sonrisa que iluminaba su cara, María Itatí mecía en brazos “a la recién llegada”, que vestía un coqueto conjunto amarillo. “Por ahora se porta bien y no llora mucho”, comentó la madre, orgullosa.
Aylen compartió habitación con el último bebé del año nacido en ese hospital. Se trata de Lucas Luis, nacido a las 21.30 con la asistencia del mismo plantel de médicos que atendió más tarde a la beba del año. El muchacho pesó 3.700 kilogramos al momento de su nacimiento. Es el cuarto hermanito de la familia de Patricia Verdún.
El equipo de profesionales que trabajó en la sala de parto estuvo integrado por Sandra Ramírez, Verónica Rosmer, Manuel Fernández y Carlos Capará. Ellos fueron los encargados de asistir en la noche del 31 y comienzo del 1 de enero.
Pero todos los reconocimientos no fueron sólo para quién recibió con la vida el primer día del calendario, sino también para quién se convirtió en el último de la generación del 2004.
El alumbramiento final del año viejo ocurrió en el Hospital Juana Molina Llano. Allí nació un varón llamado Iván Agustín, que llegó al mundo media hora antes de despedirse el 2004. La madre primeriza, Romina Sánchez, acompañada de sus familiares, contó que se retrasó la llegada y que su “bebote” ya llevaba 41 semanas dentro del vientre. El chiquito nació a las 23.23 del 31 de diciembre pesando 3.540 kilogramos. Fue asistido por Claudia Carolina Sosa y Fernando Alfonso.
