Uno de los seis testigos que prestaron su testimonio ayer en la reanudación del juicio oral y público por el secuestro de Christian Schaerer, comprometió aun más al doctor Pedro Angel Barbieri, uno de los cuatro imputados que están siendo juzgados por el Tribunal Oral en lo Correccional Federal de Corrientes.
Justamente este nuevo testimonio, que se sumó a las declaraciones de José “Jaimito” Senger -el último de los detenidos que brindó detalles de los contactos que mantuvo con el procesado profesional- volvió a resquebrajar la estrategia defensiva de Barbieri, quien al comienzo del debate de ayer solicitó verbalmente al Tribunal su excarcelación por considerar que se habían vencido los plazos de la prórroga de la prisión preventiva y citó como jurisprudencia fallos de la Corte Suprema de la Nación e invocó al Pacto de San José de Costa Rica. Esta solicitud fue acompañada por el doctor Ricardo Ariel Osuna, abogado defensor de Yudith Analía Alvarenga, pareja del procesado profesional del Derecho
Barbieri sostuvo que ya cumplió tres años en calidad de detenido y que el 16 de noviembre venció el plazo de la prórroga otorgada por el Consejo de la Magistratura, por lo que tendría que ser dejado en libertad sujeto a la prosecución de la causa.
El tribunal le corrió vista a la querella y al fiscal.
El fiscal Oscar Resoagli solicitó 24 horas para responder, por lo que hoy presentará ante el Tribunal su posición.
Por su parte el abogado querellante, Ernesto González, rechazó el pedido por considerar que la ley argentina es bien clara en cuanto a las excepciones de esta naturaleza, para cuando un detenido puede fugarse o actuar para entorpecer la investigación.
González sostuvo que acceder a lo solicitado se provocaría un “daño tremendo”, amén de señalar que no debe ser factible porque “la investigación está en trámite” y que el doctor Barbieri “puede eludir a la Justicia”.
El doctor González profundizó en la justificación de su oposición a la excarcelación, afirmando que Barbieri puede obstaculizar la investigación que se lleva adelante en pos de lograr la captura de los profugos cabecillas de la banda de secuestradores: Rodolfo “El Ruso” Lorhman y Horacio “Potrillo” Maidana.
Sobre este nuevo planteamiento de Barbieri, que se suma a los cuatro pedidos de nulidad formulados en la primera jornada del juicio oral y público y que el Tribunal rechazó el mismo día, fuentes tribunalicias señalaron que es otro intento del procesado profesional por intentar hacer caer el actual proceso.
Los testigos
Como viene ocurriendo desde el momento mismo de iniciarse la etapa de testimoniales, ayer estaban citadas cinco personas: Alberto Germán González, María Victoria Laudani Aragüés, Marta Aragüés, César Damián Azula y Sofía Isabel Koli, aunque a último momento se sumó Carlos Ignacio Martínez (recién hoy le correspondía, pero pidió hacerlo en la víspera en virtud de compromisos ineludibles).
Alberto Germán González fue quien observó como los secuestradores cambiaban de vehículo, ya que se encontraba de visita en la casa de su abuela, en la esquina de Gutemberg y General Paz, donde los delincuentes habían dejado estacionado un automóvil Corsa que luego usaron para trasladar a Christian hasta Saladas, 100 kilómetros al sur de la capital provincial.
El joven describió la maniobra pero, dada la oscuridad de la noche y lo veloz del operativo, le fue imposible identificar fehacientemente a los secuestradores.
María Victoria Laudani Aragués -ex novia del secuestrado- y su madre Marta Aragués recibieron la prueba de vida de Christian que consistió en un papel manuscrito y un microcasette; considerado un misterio, ya que el joven estudiante no mantenía relaciones con la joven.
En tanto Damián Azula, suegro en ese momento de Christian, en su testimonio detalló el interminable viaje que tuvo que realizar acompañando a Pompeya Gómez -madre del secuestrado- hasta Ciudad del Este para pagar el rescate de más de 270 mil dólares.
En su testimonio, Azula dejó en claro la perfecta organización de los secuestradores, quienes en todo momento sabían sus movimientos.
Dio como ejemplo que mediante una llamada al celular se le hizo notar que se habían equivocado de camino, como así también le exigieron que cambiaran el bolso con el dinero que en Encarnación le había entregado Juan Pedro Schaerer, padre de Christian. También confirmó detalles que había aportado la madre de la víctima y certificó que, según la mujer, en los fajos de dinero, faltaban billetes.
Afirmó asimismo que la persona que le recibió la bolsa con el dinero del rescate, era la misma que hablaba con él por teléfono. Se cree que es Sergio Salgán, hijo de Raúl “Caniche” Salgán, considerado una “pieza clave” en la estructura del secuestro.
Complican a Barbieri
De las seis personas que testimoniaron ayer, el de mayor peso fue el brindado por Carlos Ignacio Martínez, dueño de una pensión ubicada por calle Belgrano al 300, quien señaló al doctor Barbieri como la personas que alquiló una habitación -la número uno- en la que se alojaron dos presuntos captores hasta el día del secuestro de Christian.
De todos modos, no pudo precisar detalles de las personas que luego se alojaron en el lugar.
El debate de ayer se extendió desde las 08:30 hasta poco después de las 14:00. Para hoy está prevista la comparencia de otros cuatro testigos: Oscar Roberto Campana, Juan Carlos Toledo, Andrés Nicolás Rodríguez y Darío Simón Bechara.
Por el secuestro de Christian, ocurrido el 21 de septiembre de 2003, están siendo juzgados Angel Pedro Barbieri, su pareja Yudith Analía Alvarenga, Néstor Horacio Barczuck y su mujer, Pamela Alejandra Ramos.
En relación a la causa hay 31 personas detenidas, 12 de las cuales están en la ciudad de Asunción y de todas ellas ocho serán sometidas a un segundo juicio el año venidero, cuyo pedido será formalizado en los próximos días por el fiscal federal Oscar Resoagli.
Justamente este nuevo testimonio, que se sumó a las declaraciones de José “Jaimito” Senger -el último de los detenidos que brindó detalles de los contactos que mantuvo con el procesado profesional- volvió a resquebrajar la estrategia defensiva de Barbieri, quien al comienzo del debate de ayer solicitó verbalmente al Tribunal su excarcelación por considerar que se habían vencido los plazos de la prórroga de la prisión preventiva y citó como jurisprudencia fallos de la Corte Suprema de la Nación e invocó al Pacto de San José de Costa Rica. Esta solicitud fue acompañada por el doctor Ricardo Ariel Osuna, abogado defensor de Yudith Analía Alvarenga, pareja del procesado profesional del Derecho
Barbieri sostuvo que ya cumplió tres años en calidad de detenido y que el 16 de noviembre venció el plazo de la prórroga otorgada por el Consejo de la Magistratura, por lo que tendría que ser dejado en libertad sujeto a la prosecución de la causa.
El tribunal le corrió vista a la querella y al fiscal.
El fiscal Oscar Resoagli solicitó 24 horas para responder, por lo que hoy presentará ante el Tribunal su posición.
Por su parte el abogado querellante, Ernesto González, rechazó el pedido por considerar que la ley argentina es bien clara en cuanto a las excepciones de esta naturaleza, para cuando un detenido puede fugarse o actuar para entorpecer la investigación.
González sostuvo que acceder a lo solicitado se provocaría un “daño tremendo”, amén de señalar que no debe ser factible porque “la investigación está en trámite” y que el doctor Barbieri “puede eludir a la Justicia”.
El doctor González profundizó en la justificación de su oposición a la excarcelación, afirmando que Barbieri puede obstaculizar la investigación que se lleva adelante en pos de lograr la captura de los profugos cabecillas de la banda de secuestradores: Rodolfo “El Ruso” Lorhman y Horacio “Potrillo” Maidana.
Sobre este nuevo planteamiento de Barbieri, que se suma a los cuatro pedidos de nulidad formulados en la primera jornada del juicio oral y público y que el Tribunal rechazó el mismo día, fuentes tribunalicias señalaron que es otro intento del procesado profesional por intentar hacer caer el actual proceso.
Los testigos
Como viene ocurriendo desde el momento mismo de iniciarse la etapa de testimoniales, ayer estaban citadas cinco personas: Alberto Germán González, María Victoria Laudani Aragüés, Marta Aragüés, César Damián Azula y Sofía Isabel Koli, aunque a último momento se sumó Carlos Ignacio Martínez (recién hoy le correspondía, pero pidió hacerlo en la víspera en virtud de compromisos ineludibles).
Alberto Germán González fue quien observó como los secuestradores cambiaban de vehículo, ya que se encontraba de visita en la casa de su abuela, en la esquina de Gutemberg y General Paz, donde los delincuentes habían dejado estacionado un automóvil Corsa que luego usaron para trasladar a Christian hasta Saladas, 100 kilómetros al sur de la capital provincial.
El joven describió la maniobra pero, dada la oscuridad de la noche y lo veloz del operativo, le fue imposible identificar fehacientemente a los secuestradores.
María Victoria Laudani Aragués -ex novia del secuestrado- y su madre Marta Aragués recibieron la prueba de vida de Christian que consistió en un papel manuscrito y un microcasette; considerado un misterio, ya que el joven estudiante no mantenía relaciones con la joven.
En tanto Damián Azula, suegro en ese momento de Christian, en su testimonio detalló el interminable viaje que tuvo que realizar acompañando a Pompeya Gómez -madre del secuestrado- hasta Ciudad del Este para pagar el rescate de más de 270 mil dólares.
En su testimonio, Azula dejó en claro la perfecta organización de los secuestradores, quienes en todo momento sabían sus movimientos.
Dio como ejemplo que mediante una llamada al celular se le hizo notar que se habían equivocado de camino, como así también le exigieron que cambiaran el bolso con el dinero que en Encarnación le había entregado Juan Pedro Schaerer, padre de Christian. También confirmó detalles que había aportado la madre de la víctima y certificó que, según la mujer, en los fajos de dinero, faltaban billetes.
Afirmó asimismo que la persona que le recibió la bolsa con el dinero del rescate, era la misma que hablaba con él por teléfono. Se cree que es Sergio Salgán, hijo de Raúl “Caniche” Salgán, considerado una “pieza clave” en la estructura del secuestro.
Complican a Barbieri
De las seis personas que testimoniaron ayer, el de mayor peso fue el brindado por Carlos Ignacio Martínez, dueño de una pensión ubicada por calle Belgrano al 300, quien señaló al doctor Barbieri como la personas que alquiló una habitación -la número uno- en la que se alojaron dos presuntos captores hasta el día del secuestro de Christian.
De todos modos, no pudo precisar detalles de las personas que luego se alojaron en el lugar.
El debate de ayer se extendió desde las 08:30 hasta poco después de las 14:00. Para hoy está prevista la comparencia de otros cuatro testigos: Oscar Roberto Campana, Juan Carlos Toledo, Andrés Nicolás Rodríguez y Darío Simón Bechara.
Por el secuestro de Christian, ocurrido el 21 de septiembre de 2003, están siendo juzgados Angel Pedro Barbieri, su pareja Yudith Analía Alvarenga, Néstor Horacio Barczuck y su mujer, Pamela Alejandra Ramos.
En relación a la causa hay 31 personas detenidas, 12 de las cuales están en la ciudad de Asunción y de todas ellas ocho serán sometidas a un segundo juicio el año venidero, cuyo pedido será formalizado en los próximos días por el fiscal federal Oscar Resoagli.
