A instancias de una propuesta presentada por la senadora nacional Anahí Sánchez, la máxima figura femenina que simbólicamente representa a la provincia de Corrientes en el mundo, la cantante Ramona Galarza, estará nuevamente en el escenario del Teatro Oficial “Juan de Vera” que con este espectáculo inaugura su temporada 2006.
Luego de un año de reacondicionamiento de sala, con una estética edilicia acorde a las exigencias de la platea siempre expectante, el interés por la fecha que marca el calendario, hizo que el programa se ajuste a resaltar y rescatar los valores de la mujer.
Acompañará a Ramona Galarza, la Orquesta Folklórica de la Provincia que dirige el maestro Alfredo Suárez y dos de sus integrantes, la soprano Elena Godoy y la contralto Irma Solís, interpretarán en calidad de solistas, temas del repertorio tradicional donde la base es el chamamé y de él se desprende una singular gama que abarca el género latinoamericano, destacando lo que respecta al folklore y al tango.
El conjunto “Ipú Porá” y la Peña “Puñao Yoha”, harán lo propio con la música que resonará en el coliseo correntino.
El Litoral requirió la palabra de Elena Godoy, una de las integrantes más “añejas” de la Orquesta Folklórica, cuya voz destacada, es de fundamental aporte en el cancionero de la agrupación tradicionalista. Se integró allá por el año 1973, meses después de que la orquesta fuera creada (gobernaba entonces Adolfo Navajas Artaza) por el maestro Herminio Giménez, el paraguayo que se embanderó argentino para demostrar a Corrientes cuánto la amaba.
“Canté siempre, desde muy pequeña, me encantaba ir a las iglesias y sentía algo sublime cuando en medio de la celebración religiosa y el silencio del templo, mi voz se elevaba hasta perderse en las alturas.
Aníbal Romero vino un día a la Iglesia de la Merced (ya estaba ocupando el puesto de baterista) y me avisó que el maestro quería tomarme una prueba de canto. Don Herminio vivía en la misma casona donde actualmente funciona la Subsecretaría de Cultura, por la calle San Juan, y allí se llevaban a cabo los ensayos. Yo era casi una niña, cursaba el último año del secundario en el Colegio “Manuel Vicente Figuerero” y fui con una timidez que era imposible ocultar detrás de la sonrisa”.
La fuerza del recuerdo hace que Elena relate la instancia como si hubiese sucedido ayer y en este presente continúa con la evocatoria.
“Una vez que terminé de cantar y como don Herminio no había emitido opinión, le consulté: maestro, ¿puedo quedarme a escuchar el ensayo? Cómo que a escuchar, me contestó. Vos ya te quedás conmigo mi hija!. Y nunca más me fui”.
Casi 33 años han pasado y con ellos la vida que, a pesar de pérdidas irrecuperables (en un accidente falleció su esposo, el popular músico Oscar “Cacho” Montes; y hace apenas 3 años que perdió a su único hijo, también accidentalmente), hacen que Elena reflexione: “La música fue mi cable a tierra, mi hilo conductor con la esperanza para que no caiga mi espíritu”.
La batuta de director fue cedida por don Herminio a Benjamín de la Vega, más tarde a Eugenio Balbastro, luego a Mario Grossi. Llegó Miguel Angel Fernández Luque, lo reemplazó Carlos Maciel y actualmente es Alfredo Suárez quien comanda los 30 integrantes.
“De aquella primera agrupación, puedo citar a Carlitos Maciel (en guitarra), Lito Canteros (bajo), Cholo Insaurralde (guitarra) e Irma Solís, que aun continúan. Claro que el número de integrantes fue mermando, la orquesta llegó a tener 50 personas en sus filas y desde su creación han pasado más de 110 integrantes, 25 fueron mujeres y hasta hubo una acordeonista, Ester Concadoro”.
Aunque algunos datos escapan a la memoria de Elena, no dudó en recurrir a una “enciclopedia viviente” para realizar esta nota. Su compañero Carlitos Maciel fue fundamental a la hora de aportar cifras (como la cantidad de temas que componen el repertorio, de 150 a 200, sin contar los que se generaron en la época de Herminio Giménez, arreglador y compositor además), datos curiosos (Irma Solís se alejó por 16 años, actuó y actúa como excelente solista y luego volvió) y cronología direccional (ya repasada).
“Cuando el maestro se iba de gira por Europa y Estados Unidos, invitado por otras orquestas para tutelar formaciones de renombre mundial, Carlitos quedaba al frente de la Folklórica y en ese compañerismo crecimos y nos formamos porque fue una de las premisas de don Herminio: inculcar la responsabilidad y el amor por la música. Era una manera de, uniendo a ambas, dejar de lado lo que pudiera dañar la concordancia de quienes representábamos a un nombre y a una provincia”.
La Orquesta tuvo integrantes famosos, como Ramona Galarza, Teresa Parodi, Roberto Giménez Blanco, Oscar “Cacho” Montes y Lidia Catterino. Acompañó al recordado maestro Edgar Romero Maciel (quien cantó y tocó el piano con ellos) y aún hoy lo siguen haciendo, a Pocho Roch y su repertorio, a Ramona Galarza y Teresa Parodi en el Luna Park a sala repleta y fue a Cosquín (Córdoba).
“Lo del “Luna” fue en el 3 de septiembre de 1993. Teresa y Ramona hacían su espectáculo de nombre “Correntinas” y el público hizo estallar en aplausos la amplitud del estadio. A Cosquín fuimos en 1980. Mi bebé tenía 20 días de vida, pero como sólo cuatro voces actuaríamos (Jorge Cáceres, Héctor Paiva, Irma Solís y yo), no quise fallar y viajé y canté, mientras los “Tucu-Tucu” cuidaban el moisés a un costado del escenario”.
La mirada de Dios
Cuando en 1987 el Papa Juan Pablo II vino a la Argentina y su ruta peregrina incluyó la provincia de Corrientes, más precisamente esta capital, la Orquesta Folklórica de la Provincia interpretó la “Misa Correntina”, de Edgar Romero Maciel, muy cerquita del Pontífice que miraba con dulzura y escuchaba con atención.
“Yo canté como solista el salmo “Magníficat” y me sentí mirada por Dios en ese momento que llevo en mi corazón por siempre. La soledad y la desesperanza trataron de superponer dolores en mi vida, pero hubo un destino para mi ese día, una voz que me dijo: ‘no temas’ cuando Juan Pablo II posó sus ojos celestes en los míos llenos de lágrimas”.
Elena Godoy cuenta este hecho con la misma emoción intacta. Tiene un incentivo particular en esta semana que los ensayos se desarrollan diariamente por la noche en el Teatro o en la Subsecretaría de Cultura. Preparan el mejor repertorio porque se homenajea a la mujer pero en ella a Corrientes, la “india guaraní”.
Antes de despedirse, quiere dejar su mensaje a tantas luchadoras como ella.
“La mujer puede hacer un poco de todo y en ese poco estará la totalidad de su obra. Siempre es tiempo de volver a empezar, de sentir que nada fue en vano y de creer que cada paso, por pequeño que sea, conduce al camino de la felicidad”.
Por Moni Munilla