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Miedos y polimedicación, barreras para todo tipo de tratamientos

Por El Litoral

Miércoles, 21 de junio de 2006 a las 21:00
El doctor Fabián Espíndola sostiene que “el miedo obra en el paciente por desconocimiento, y esto retrasa todo tipo de tratamientos”.
El tomar en cuenta una nueva terapia se torna una tarea difícil ya que los pacientes llegan a la consulta con temores e intoxicados con numerosos medicamentos que no dieron respuesta a su dolencia. El Litoral consultó con el especialista en terapia neural, Fabián Espíndola, quien explicó que “el miedo obra en el paciente por el desconocimiento de los temas médicos y esto retrasa el tratamiento”.
Dicho panorama “se manifiesta en todos los estratos sociales”, señaló. Frente a este cuadro, lo recomendable es que el tratante explique al enfermo cómo se afrontará el uso de la medicación y en todo caso acompañar con la consulta de un psicólogo, señaló.
“La educación es una de las bases de la resolución del cien por ciento de los problemas”, recalcó. En ello reside la importancia de la promoción de la medicina en los medios de comunicación y desde el Estado, lo cual facilitaría la relación entre el clínico y el paciente.
Entre los principales temores que las personas llevan a la consulta figuran las afecciones cardíacas o mareos, la pérdida de memoria o la adicción al remedio, es decir toda acción colateral.
Otro de los problemas que limitan la aplicación de nuevos tratamientos es la polimedicación, es decir el uso excesivo de remedios. “Generalmente los pacientes, al no observar efectos en su organismo y no encontrar alivio, son tratados con numerosos medicamentos”, sostuvo. Dicha característica se presenta en personas que padecen cáncer, artritis, artrosis, es decir todo tipo de patologías dolorosas.
Ello también puede conllevar a la intoxicación y producción de efectos colaterales en el organismo. Según indicó Espíndola, “hay personas que llegaron a tomar diez medicamentos al mismo tiempo”. Entre las causas de la polimedicación figuran “la automedicación, acompañada por la presión que ejerce el enfermo en el consultorio y la tardanza del médico en dar un diagnóstico certero”.
A pesar de sus efectos negativos el especialista también señaló que “hay casos en los que se justifica el uso de medicamentos en gran cantidad ya que cada consulta es particular”. Además -recalcó- no se debe realizar generalidades ya que el paciente necesita una evaluación preliminar con un análisis clínico que combine conocimientos y experiencias para tener la mejor aproximación clínica.

COMENZAR UNA TERAPIA

Al ser consultado sobre el tratamiento en quienes padecen polimedicación, Espíndola explicó que “en primer lugar hay que trabajar en su desintoxicación”. Pero dicha etapa no posee una duración específica ya que depende de la edad de la persona y el tiempo de ingesta de los medicamentos. Además, en algunos casos, hay que afrontar el paso por una instancia que se asemeja al síndrome de abstinencia.
En general, al inicio de una terapia, se parte por consultar al médico “para descartar patologías graves que comprometan al sistema nervioso”, sostuvo. Al respecto señaló que “las actualizaciones son fundamentales para desarrollar nuevas técnicas y conocimientos para confrontar los paradigmas de la medicina”.
Por otra parte, Espíndola manifestó que “es frecuente llegar a un diagnóstico erróneo por el desconocimiento o falta de predisposición del profesional”. Es por ello que “la calidad en la atención pasa por dar tiempo al paciente y olvidarse de que sólo somos huesos y considerar que tenemos articulaciones y músculos”, remarcó.

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