“Allá por los años 60’, Damián y Enrique Cena me invitan a acompañarlos en una gira por la provincia del Chaco. Para mi fue muy significativo ese traspaso de mi lugar de residencia a un remoto lugar al que llegamos luego de viajar más de tres días en tren. Boletos de segunda, asientos de madera y una locomotora ruidosa que mezclaba el humo de su chimenea con el camino que quedaba atrás, muy atrás de mi nostalgia”.
El tiempo transformó ese paisaje en “Tren Expreso”. “Quise ponerle al tren una bocina para anunciar su llegada y está el bullicio de la gente en el andén, el rechinar de las ruedas sobre los rieles, la alegría y la tristeza de partir con la esperanza del regreso”.
Raúl Barboza cierra los ojos. Sobre el horizonte de sus sueños, la silueta del tren se aproxima y se hace canción.