Los “postes de la paz” comenzaron a extenderse en Japón a comienzos de 1950. Ahora ya hay miles en cerca de 200 países. Fueron el recordatorio de una promesa colectiva de compromiso por la paz del mundo. Son, por así decirlo, una constante oración por la paz, expresada en el mensaje: “Que la paz prevalezca en la tierra”.
El poste correntino contendrá ese mensaje en guaraní, hebreo, italiano y castellano.
Los postes monumentos hechos a mano erigidos alrededor del mundo como símbolos universales de paz. Su propósito es reforzar el mensaje “Que la paz prevalezca sobre la tierra” y actuar como un recordatorio continuo el cual visualizar y orar por la paz mundial.
La paz comienza en el corazón y la mente de cada individuo. A medida que aprendamos a respetarnos nosotros, a nuestro ambiente, a los animales y a toda la creación sobre la Tierra, gradualmente se convertirá en la forma natural de vida la visión de paz universal a través de la comunicación sincera. Encendiendo la llama de la amistad internacional por medio del recordatorio constante.
El poste correntino contendrá ese mensaje en guaraní, hebreo, italiano y castellano.
Los postes monumentos hechos a mano erigidos alrededor del mundo como símbolos universales de paz. Su propósito es reforzar el mensaje “Que la paz prevalezca sobre la tierra” y actuar como un recordatorio continuo el cual visualizar y orar por la paz mundial.
La paz comienza en el corazón y la mente de cada individuo. A medida que aprendamos a respetarnos nosotros, a nuestro ambiente, a los animales y a toda la creación sobre la Tierra, gradualmente se convertirá en la forma natural de vida la visión de paz universal a través de la comunicación sincera. Encendiendo la llama de la amistad internacional por medio del recordatorio constante.
