De acuerdo a las declaraciones de Paulo Arrúa a este medio, durante el recreo de las 10, su hijo de 14 años se encontraba en el patio de la escuela conversando con una compañera, cuando un grupo de cinco chicos de entre 15 y 17 años de otros cursos se acercaron y empezaron a darle golpes de puño y patadas por todo el cuerpo.
Según dijo el papá del jovencito agredido, no existen motivos para que los chicos tomen represalias con él. “Mi hijo tiene buena conducta, es buen alumno y no tiene malas relaciones con nadie”; sin embargo la “bronca” de los agresores habría sido “porque es un chico de alto, carilindo, rubio y de tez blanca”. Aparte, “este año recién ingresó a esta escuela y se puso de novio con una chica que va al colegio y vive en el barrio por lo que hay ciertos celos de los otros chicos”, acotó.
Por otra parte, el tutor señaló que se enteró de lo que le había ocurrido a su hijo mediante el llamado telefónico de una compañera. “Ninguna de las autoridades de la escuela se comunicó conmigo para contarme lo sucedido. Y como él se sentía muy mal a raíz de los golpes la chica decidió llamarme al celular para contarme lo que pasó”, dijo Paulo. Inmediatamente, el hombre fue al establecimiento para ver el estado del chico y buscar una respuesta de los directivos. Sin embargo, “lo único que me dijeron fue que “esto se trata de problemas de convivencia”.
Denuncias
Indignado por la situación, el padre del joven -de quien prefirió reservar su identidad- decidió radicar una denuncia penal en la Comisaría 11°. “Allí el médico legal constató los golpes que recibió mi hijo. Los más graves se dieron en la zona de la cara y la cabeza”, comentó.
No obstante, Arrúa dijo que esta es la segunda vez que realiza una denuncia; la anterior se radicó en la Comisaría 9° por las amenazas que venía sufriendo su hijo por otros chicos de la misma escuela a la que concurre.
“Desde que ingresó al establecimiento recibía amenazas como ‘ya te vamos a castigar a vos’. Hasta que cumplieron con su cometido”, lamentó. A raíz de las intimidaciones pasadas que recibió el alumno agredido, Arrúa comentó que “en varias oportunidades hablé con la directora Rita Navarro, pero siempre me dijo que no podían hacer nada porque son problemas de convivencia entre los alumnos, asuntos privados. Pero las amenazas y la agresión a mi hijo ocurrió dentro del establecimiento educativo”, cuestionó.
Tras el ataque violento de los escolares, el tutor señaló que “otros padres se solidarizaron con mi familia e incluso fueron hasta mi casa para contar que sus hijos también fueron víctimas de estos grupos de alumnos”. Por otra parte, aseguró que no piensa cambiar al chico del colegio, “solo quiero, y es el deseo de todos los padres, que las autoridades tomen cartas en el asunto porque todos los días hay hechos de violencia entre compañeros en esta escuela y nadie hace nada”, sintetizó.