Barreto: “Me conocen más por el ‘grítelo correntino’ que por mi nombre”

El relator que tiene Vigencia” decía aquel jingle radial que lo promocionaba y terminó siendo un augurio de lo que finalmente sucedió. Porque vigencia es precisamente lo que José Antonio Barreto no pierde, aun hoy, después de cuatro décadas de relatar basquet y fútbol.

A poco de haberse jubilado en la Dirección de Información Pública de la provincia, este referente del periodismo deportivo en Corrientes asegura que quiere seguir relatando. “Porque si me sacan eso ¿qué me queda?”, pregunta y reafirma así su pasión por la profesión que comenzó a abrazar ya en la adolescencia.

“De pibe anhelaba ser relator de fútbol y basquet”, contó a El Litoral en un repaso de su vida. La cotidiana costumbre de escuchar radio fue infundiendo en este joven el amor por los relatos deportivos.

José Antonio es el mayor de cuatro hermanos, hijos de padres correntinos que debieron buscar un mejor futuro laboral en Quitilipi, Chaco. “Allá hice hasta sexto grado, y después ya nos vinimos y seguí estudiando acá”, cuenta.

Pero el colegio secundario comenzó a vincular a José Antonio con el periodismo. Junto a un grupo de compañeros hicieron un diario para los 75 años del colegio Regional. Pero lo que parecía un hobby trascendió las aulas y comenzó a ser un trabajo, una profesión.

Todavía estudiante secundario, trabajó en el diario El Liberal y después en La Mañana. “Hacíamos changas, no había un mango”, asegura entre risas; y recuerda a Acosta Rivellini y Orlando Aguirre entre sus compañeros de aventura.

Después trabajó en el diario Corrientes. “Ahí empecé a cobrar, trabajaba como corrector”, cuenta. Llegó luego al Epoca, donde “fui uno de los periodistas fundadores”, recuerda con orgullo.

“Casi siempre escribía deporte”, aclara.

Corría la década del ‘70 y Barreto comenzaba a incursionar en la radio. Llegó a LT7 -la única por ese entonces-, para sumarse al equipo de “Semanario Deportivo”, con Néstor Parejas y Natalio Aides. “Ahí empecé a relatar fútbol, con Mandiyú”, recuerda. Y así lo hizo hasta el Mundial del ‘78, cuando decidió renunciar.

Para ese entonces, José Antonio ya se daba cuenta que “hacer periodismo y vivir de eso no era fácil”. “Incluso ahora no es fácil”, agrega. Por eso, a los 25 años buscó generar un mejor sustento económico en otro rubro. Comenzó a trabajar en el Banco de Corrientes y así lo hizo durante cuatro años. Pero su pasión por el periodismo deportivo fue más fuerte. “Renuncié al banco para dedicarme al periodismo, que era lo que me gustaba”, cuenta José Antonio y asegura que no se arrepiente.

La necesidad de mayores ingresos económicos lo llevó a abrir una agencia de noticias. Bajo sus iniciales, ofrecía producciones periodísticas para diario, radio y televisión. Y a la par continuaba con un programa de información general en LT7. “Siempre hice radio en LT7”, aclara Barreto.

Fue ahí cuando “comencé a dedicarme más al basquet”, dice y recuerda a Ernesto Veragua y la dupla que tantos años transmitió fútbol y basquet. Fue allí donde surgió la frase que se convirtió en su sello indiscutible: el “grítelo correntino”.

“De casualidad una vez grité: sí, sí, sí... grítelo correntino”, recuerda. “Pero no estaba previsto, fue una sola vez. Pero después la gente me pedía y entonces lo seguí diciendo”, explica.

“Me rebautizaron”, dice Barreto y entre risas asegura que “me conocen más por ese grito que por mi nombre”.

En el ‘79 ingresó a Información Pública, donde trabajó hasta este año, cuando tramitó su jubilación.

Pero antes del periodismo, José Antonio probó estudiar abogacía pero dejó. Jugó al basquet en Pingüinos y hasta militó en política (en el MID). Fue cajero en un corralón y llegó a ejercer como docente en Pago Arias, Loma Alta, en la capital correntina y en Resistencia, Chaco. “Pero siempre buscando el periodismo”, dice.

Y fue precisamente en una escuela en Loma Alta donde conoció a su compañera y madre de sus hijos: Mirta Sesín. “La mujer que tiene que aguantar a tres hombres que hablan de deporte”, dice José Antonio en relación a sus dos hijos que también terminaron eligiendo el periodismo. José Antonio (h) alías Pocholo, y Fernando, también se destacan como periodistas deportivos.

Que hayan elegido el mismo camino llena de satisfacción a su padre. “Llegué a transmitir con los dos”, cuenta orgulloso José Antonio y recuerda esas finales de basquet que le permitieron compartir con sus hijos la pasión por el periodismo y el deporte.

Su familia es su sostén hoy, a los 67 años y “con algunos problemitas de salud”, que sin embargo no le restarán fuerzas a la hora de seguir disfrutando de su pasión. “Quiero seguir relatando, trato de seguir porque además, si me sacan eso ¿qué me queda?”, dijo Barreto.

minsaurralde@ellitoral.com.ar