Con agenda cerrada y perfil bajo, dos hombres del gabinete de Luis Caputo estuvieron esta semana en los Estados Unidos para continuar el ida y vuelta técnico con el Fondo Monetario que había arrancado hace algunos días en Buenos Aires con la visita de la misión del organismo. La primera revisión aún no tiene fecha concreta de finalización y en el equipo económico esperan que pueda, en el mejor de los casos, concretarse el proceso a fines de julio.
Si bien el Ministerio de Economía no lo informó, este jueves la portavoz del FMI Julie Kozack mencionó que una delegación del Gobierno argentino continuó en los últimos días el toma y daca con el grupo de economistas del Fondo que sigue el caso argentino. La mesa del Fondo está encabezada por Luis Cubeddu, Ashvin Ahuja y Bikas Joshi.
En el Palacio de Hacienda aclararon luego que los enviados fueron el viceministro de Economía José Luis Daza y el secretario de Finanzas Pablo Quirno. Desde el Banco Central no informaron si hubo funcionarios de la entidad en esa misión a Washington.
Los tiempos de resolución de esta primera revisión técnica por el momento no están claros porque dependen del momento en que termine ese intercambio entre el Gobierno y el FMI. El siguiente paso sería que el staff elabore su informe, que lo eleve al directorio para que, eventualmente, lo apruebe. Si eso sucediera, habrá un desembolso de USD 2.000 millones directos al Banco Central.
La expectativa más optimista en los despachos oficiales era que la cuestión podía resolverse hacia fines de julio. También mencionan que incluso la medición de las métricas oficiales (reservas y superávit) se estirarían con plazos distintos, algo que permitiría al Gobierno ganar tiempo para acumular más divisas en el BCRA. Este jueves Kozack prefirió no especificar una hoja de ruta.
En concreto, entre las dos partes analizan los primeros resultados desde la implementación del acuerdo, que comenzó casi tres meses meses. Este programa contempla un financiamiento total de USD 20.000 millones, de los cuales ya se desembolsaron USD 12.000 millones desde Washington como refuerzo para las reservas.
El plan establece objetivos exigentes de acumulación de reservas y, según estimaciones del mercado, el Gobierno llegó a la primera fecha de corte oficial -13 de junio- unos USD 4.000 millones por debajo del piso esperado para esta altura del año. En el plano fiscal, los datos del Ministerio de Economía indican que se logró un superávit primario superior en aproximadamente un billón de pesos al compromiso asumido.
En relación con las reservas, la Fundación Mediterránea indicó que el ingreso reciente de recursos por el Repo elevó las reservas brutas hasta USD 40.500 millones. Sin embargo, aclaró que “sólo USD 500 millones suman a la métrica de reservas internacionales netas del FMI” debido a las condiciones pactadas en el programa.
La entidad estimó que, para alcanzar la próxima meta, “el rojo debería recortarse hasta USD 2.600 millones”, lo que implicaría una mejora de USD 4.700 millones respecto del nivel actual. Hacia fin de año, la meta prevista establece alcanzar USD 1.900 millones de reservas netas, lo que representa una diferencia de USD 9.200 millones frente al nivel actual.
En cuanto al resultado fiscal, el Gobierno registró un superávit primario cercano a un billón de pesos, superando la meta acordada con el Fondo. El Grupo SBS señaló que el equipo económico “vino mostrando los mejores resultados” en este aspecto, aunque advirtió sobre la falta de reformas estructurales que otorguen mayor solidez al ancla fiscal. La entidad destacó “el compromiso con el orden de las cuentas públicas” y remarcó la importancia de evitar señales de dominancia fiscal, dado que la política en esa materia tiene un papel clave para anclar las expectativas en un esquema de tipo de cambio flexible.
Fuente: Infobae.