Mario Rosillo es un veterinario de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) y el único especialista en toda Latinoamérica en odorología. Es reconocido en todo el mundo como uno de los mejores en su área, pero en Corrientes, la tierra en la que quiere desplegar sus conocimientos, sus proyectos no tienen eco.
Salteño de origen, pero correntino por adopción y elección, Mario charla sobre su especialidad y la calidad de su trabajo, que le permitió recorrer el mundo: la odorología con canes, ciencia que se encarga de detectar y recolectar las huellas olorosas dejadas por el delincuente en el lugar de los hechos.
Entre sus pergaminos se destaca como docente en la Universidad de Barcelona, donde dos veces al año dicta clases en una maestría sobre su especialidad.
Capacitó y dictó cursos a la Policía de Colombia, México, Panamá, Perú, Brasil, Barcelona, Portugal y otros lugares, pero en el país y especialmente en Corrientes su tarea sigue siendo anónima.
Ahora tendrá una participación especial en un manual “Human Scent Evidence” (Evidencia de olores hu-manos) de sus colegas Paola Prada y Kenneth Furton de la Universidad de Florida (Estados Unidos), que se publicará en 2014.
Los conocimientos de Ro-sillo fueron utilizados hasta por el FBI en casos criminales.
Hace gala de su sabiduría y asegura que “en el caso de Angeles Rawson la odorología sería fundamental, pues se podría determinar en cuestiones de minutos si la soga de la escena del crimen fue manipulada por el sospechoso”.
El ex jefe de la División Canes de la Policía de Corrientes, abandonó la fuerza tras “hartarse” de que sus propuestas no sean tenidas en cuenta.
Se marchó a Río Negro en 2004 donde lo contrataron para conformar el único Centro de Odorología en Latinoamérica, que actualmente cuenta con una decena de perros entrenados para detectar olores en crímenes y hasta en robos comunes.
“Pudimos hacer en Corrientes eso, pero no se logró y aún no entiendo por qué”, cuenta.
“Ahora, para resolver crímenes en cualquier parte del país con el uso de la odorología se acude a Río Ne-gro. Hasta nos llegaron a llamar de Portugal por el caso de la desaparición de Madeleine McCann, pero por cuestiones burocráticas no pudimos ir y finalmente expertos ingleses se hicieron cargo”, dice orgulloso.
“Todo el mundo recibe mis conocimientos, pero Corrientes no”, se lamenta.
Una y otra vez asegura que su ambicioso proyecto en Corrientes no tiene costos elevados. “Se puede conformar un grupo de perros especializados en 5 meses y con animales de la calle. Siempre que tengan buena capacidad motivacional de juego”, afirma.
“En Córdoba hicimos un trabajo de reinserción de perros de la calle. Logramos capacitarlos en distintos ámbitos: detectores de explosivos, narcóticos, para compañía, para ciegos, para chicos con capacidades diferentes”, agrega.
“No existen los perros potencialmente peligrosos. Sólo sucede que no los han sabido sociabilizar”, explica.
Sobre los niños y el perro, el especialista asegura que siempre es recomendable que “los menores tengan un perro, pues mejorará la capacidad de desenvolvimiento y les dará innumerables beneficios”.
“Sólo se debe evitar los juegos de tracción, la soga de tire y afloje, por ejemplo. El chico no debe dejar que el perro lo muerda ni siquiera en un juego, porque le está inyectando agresión”, detalla.
“Tengo propuestas en to-do el mundo, pero mi intención es hacer en mi país y en Corrientes lo que otros países me piden”, insiste.
Reitera que todos sus conocimientos y los métodos que creó -y que son reconocidos a nivel mundial- nacieron aquí, en Corrientes. “Lamento que no pueda concretar un proyecto local”, dice.
Espera un guiño para re-chazar las ofertas que tiene para radicarse en otros países. Espera, pero...