Las protestas en Corrientes habían comenzado en junio por la falta de pago a los empleados estatales. Así los reclamos fueron en escalada, sumado a un conflictivo clima político, que incluyó la destitución del por entones gobernador Pedro Braillard Poccard.
La profunda bronca de la ciudadanía por la crisis socioeconómica de la provincia, que no encontraba solución con el gobierno de coalición hizo que las protestas se recrudecieran, llevando a cortar el puente Belgrano.
Todo terminó cuando Gendarmería Nacional, enviada por el entonces Ministro del Interior, Federico Storani reprimiera violentamente las protestas, cobrándose la vida de dos de los manifestantes, Mauro Escobar y Francisco Ojeda, un hecho por el que todavía no hay justicia.
Apenas 3 días después asumía como interventor federal Ramón Mestre.