La fiesta de la primavera en India tiñó las calles de ese país durante días. Se trata del Festival Holi o la fiesta de los colores, un evento milenario en el que desaparecen las castas, las razas y las religiones. Todo se vuelve salvajemente colorido para que el invierno dé paso a la primavera. Esta celebración, que está presente en antiquísimas escrituras indias, se está abriendo paso en distintos países de Europa, Asia y América, donde año a año suma adeptos.
Más allá de las réplicas, el Festival Holi original es una extraordinaria muestra de cultura. Este año, la celebración tuvo lugar el viernes pero continuó durante todo el fin de semana en distintas ciudades de la India como Bombay, Cachemira, Mathura, Bengala, Calcuta, Mánipur y Rayastán.
Bienvenida
¿De qué se trata esta increíble fiesta? En la India cada año se da la bienvenida a la primavera de manera muy especial: “Holi” es la fiesta de los colores y una de las festividades más importantes del país. No solo celebran el cambio del invierno a la primavera, sino también, la victoria del bien sobre el mal. Todo se hace con mucho color, ya que durante esta celebración, la gente se pinta y lanza polvos de colores llamados gulal.
De esta forma, y por unos días, las diferencias entre castas, religión u origen desaparecen; los límites entre las distintas capas sociales, jóvenes y mayores, ricos y pobres se difuminan. Es un tiempo en que todas las personas son iguales, algo esencialmente fuerte en ese país. La diversidad cultural, el respeto mutuo, la alegría, así como la tolerancia, son lo que hacen inolvidable la fiesta.
Tradiciones
En el primer día de festividad por la noche de queman en grandes hogueras a los demonios Holika, la hermana de Hiranyakashipu. El segundo día, llamado Dhulhendi, la gente se arroja polvos de colores y agua unos a otros. Se cree que la primavera, al cambiar el tiempo, puede traer resfriados y fiebre. Por esa causa se arrojan polvos de colores que tienen un significado medicinal.
Los colores son elaborados tradicionalmente con Neem, Kumkum, Haldi, Bilva y otras hierbas medicinales que han sido prescriptas por doctores ayurvédicos. En esta fiesta además se prepara una bebida especial llamada thandai que a veces contiene bhang (marihuana).
El origen
En la teología de Vaishnava, Hiranyakashipu es el rey de los demonios. Este rey recibió el favor de Brahma de tener el poder de no poder ser prácticamente matado por nadie. Este favor fue concedido debido a su larga penitencia, después de la cual este rey solicitó no ser matado durante el día o durante la noche, dentro de casa o fuera de ella, en la tierra o en el cielo, por un hombre o por un animal. Como consecuencia de su poder, se volvió muy arrogante y exigió a las personas que dejaran de adorar a los dioses y que empezaran a adorarle a él.
Hiranyakashipu, este rey de los demonios, tenía un hijo que se llamaba Prahlad, el cual era devoto del dios Vishnu. A pesar de las continuas amenazas que recibía de su padre, Prahlad continuó ofreciendo respecto al dios Vishnu. Entonces le pusieron veneno en su comida, pero ese veneno se convirtió en néctar al entrar en su boca. Ordenaron que fuera pisoteado por elefantes, pero cuando lo pisaron resultó ileso. Le encerraron en una habitación llena de serpientes venenosas y sobrevivió. Todos los intentos de su padre para matarlo no dieron resultados.
Finalmente, su padre ordenó a su hijo que se sentara junto a la pira funeraria de su hermana Holika, la cual no podría morir por el fuego ya que tenía un hechizo protector. Prahlad aceptó las órdenes de su padre y rezó a Vishnu para que le mantuviera a salvo.
Cuando el fuego comenzó, las personas que lo estaban viendo se quedaron estupefactas al ver como el hechizo de Holika no funcionó y murió quemada, hasta cubrir a Prahlad sobreviviendo al fuego. La muerte de Holika se celebra en el Holi.
Después de eso el dios Vishnu apareció en forma de Narasimha (mitad hombre, mitad león) y mató a Hiranyakashipu al atardecer (que no es ni día ni noche), en las escaleras de la terraza de su casa (que no es ni dentro ni fuera de casa), y sosteniéndole en su regazo (que no es cielo ni tierra).
En Vrindavan y Mathura, donde el dios Krishna creció, el festival se celebra durante 16 días.
Más info en www.holifestival.com