Hacia el año 1959, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) se hallaba distribuido convenientemente y sus áreas de influencia contemplaban todas las regiones naturales del país, incluyendo al Centro Regional Mesopotámico formado por las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos.
El 22 de mayo de 1959 se crea la Estación Experimental Regional Agropecuaria Corrientes; siendo el primer Director Horacio Agustín Speroni. Al igual que los otros Centros Regionales, en Corrientes se formalizó un convenio con los Gobiernos de las Provincias a fin de evitar la superposición de tareas.
El Centro Regional Mesopotámico firma el convenio con el Gobierno de la provincia de Corrientes a fin de promover el desarrollo económico de la provincia mediante la unificación de las asistencias técnicas que prestan a la producción agrícola y ganadera. A través de un Consejo de Tecnología Agropecuaria, creado en el mismo convenio, se fijaron los objetivos a los que se ajustarían los planes de trabajo que trazarían y realizarían a fin de coordinar esfuerzos de ambos en pos de la promoción de la economía agropecuaria. Además, el Gobierno de la Provincia de Corrientes, dona el predio donde se instalaría la Estación Experimental del Inta, en el Paraje “El Sombrerito” en la localidad de El Sombrero, departamento Empedrado.
Era el casco de ex estancia “El Sombrero” de 1.000 hectáreas, aproximadamente. Antiguamente, el lugar se conocía como “El Mental” por sus plantaciones de menta.
Se cultivaba algodón, batata y mandioca, a partir de nuevas propuestas por parte del Inta Corrientes; muchos productores comenzaron a dedicarse a la producción de hortalizas como el tomate y el pimiento además de floricultores de gladiolos y dalias.
Por otro lado, se sugirió reactivar la citricultura local, que tendría mercado en Corrientes y Resistencia; dado los suelos aptos para ello.
Hacia fines del siglo XIX, se produjo un auge comercial, en torno al Ingenio Azucarero Primer Correntino. Corrientes se había convertido en un verdadero polo azucarero. Pero esta etapa de bonanza pasó fugazmente y en pocas décadas se produce el decaimiento de la producción nacional de la caña de azúcar, donde varios ingenios cerraron sus puertas debido a la reducción del mercado exterior y la saturación del mercado interno.
Desde el Inta, repasando y analizado los vaivenes de la caña de azúcar y viendo la enorme ventaja del clima, la calidad del producto y la mano de obra calificada, se decidió redoblar la apuesta y sugerir a los productores que se animen a retomar la actividad. En ese entonces el director del Inta Corrientes viajó a la provincia de Tucumán para adquirir otras semillas de caña. Luego de la gira técnica por las zonas cultivadas se concluye que la temperatura de la región es favorable y suficiente siendo necesaria la instalación de riego adicional por los breves periodos de sequía.
Con respecto a la producción animal, se desarrolló una lucha activa y firme sobre el mal de la fiebre aftosa y la garrapata, procurando tener áreas libres de ello para exportar las carnes y obtener las principales divisas.
En la producción de arroz, uno de los principales cultivos de la Mesopotamia, se formaron colecciones de variedades y varios ensayos, como así también, la producción de semilla original para ser distribuida entre los semilleros y arroceros.
En algodón, por su parte, se hallaron variedades llamadas “indígenas” y fueron utilizadas como fuente de material genético.
Se iniciaron, además, todos los trabajos relacionados con la conservación del suelo. Fue en diciembre de 1968, cuando el Inta firma un convenio con el Gobierno y la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) para la confección del Mapa de Suelo de la Provincia de Corrientes.
Por aquella época se determina que a la Experimental Corrientes le corresponde la jurisdicción sobre diez departamentos del Norte de la provincia: Capital, Empedrado, San Luis del Palmar, General Paz, San Cosme, Itatí, Mburucuyá, Berón de Astrada, San Miguel e Ituzaingó.
Actualmente alrededor de 130 personas entre personal de Inta, pasantes, agentes de Pro-Huerta y Cambio Rural componen la estructura de la EEA Corrientes con sus tres Agencias de Extensión Rural: Corrientes, Ituzaingó y Caá Catí. Arroz, ganadería, recursos naturales, agricultura familiar, centro de multiplicación de aves, tecnologías de la información y comunicación, producciones alternativas, son algunas de las líneas que se trabajan bajo el concepto de enfoque territorial y dentro de los Proyectos Regionales con enfoque Territorial Humedal Norte y Noroeste.
La dirección de la EEA Corrientes y el Consejo Local Asesor determinan la política para que estas líneas de trabajo estén en concordancia con las necesidades del sector agropecuario correntino.
*Testimonio de la historia institucional por María Paz Sánchez, de la EEA Corrientes, quien puso a disposición su trabajo final presentado en la Universidad Nacional del Litoral. Recopilación de datos y redacción: Violeta Hauck.