Vincularon ayer a razones económicas la persecución a las Ligas Agrarias cometida durante la dictadura cívico militar, en un juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal de Corrientes por delitos de lesa humanidad que se realiza por privaciones ilegítimas de la libertad por las que están acusados dos gendarmes y cinco militares.
“Los grandes arroceros marcaban a los productores pequeños”, dijo en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos contra allegados a las Ligas Agrarias de Corrientes el testigo Mario César Trombotto, quien fue soldado conscripto durante la dictadura cívico militar en el interior de Corrientes.
El ex conscripto declaró ayer como testigo en el juicio por una desaparición y 12 privaciones ilegítimas de la libertad que se lleva adelante contra los ex gendarmes Domingo Issler y Angel López Fierro y los militares retirados Alfredo Arrillaga, Juan Carlos Medrano Caro, Julio Plazaola, Julio Canteros y Guillermo Añaños.
“Buscaban a gente de Ligas Agrarias, que eran productores que solamente querían una mejor vida, en algo que los formó monseñor (Alberto) Devoto, era gente de trabajo, inocente, pero para otros hacer un cooperativismo era comunismo, subversivo”, dijo Trombotto al tribunal de los jueces Víctor Alonso, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Ceroleni. El testigo al cumplir el servicio militar obligatorio entre los años 1975 y 1976, fue designado soldado asistente del teniente coronel Luis Carlos María Sullivan, jefe del Area 241 del Segundo Cuerpo del Ejército, y que tenía asiento en la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá.