Por Miguel Campos (@micki_scampos)
Unas calles de arena, como en casi todo el pueblo, llevan a la casa de Antonia Verón, una pequeña emprendedora que desde hace un tiempo se animó a vender los dulces caseros que produce con frutas de estación. En Concepción del Yaguareté Corá es conocida como “Doña Ñata".
Su voz transmite tranquilidad. Sus manos arrugadas y algunas canas denotan esa experiencia de una mujer de unos 66 años bien llevados. Tan sencilla, como modesta, no esconde sus secretos culinarios y cuenta cómo decidió comenzar a comercializar su mercadería.
Si bien es oriunda de Chavarría, se crió en Concepción y desde los 12 años cocina. Aprendió la técnica de los dulces con su madre. “Nunca compramos mermeladas en casa”, sostiene y afirma esta costumbre tan arraigada en las localidades del interior correntino “se está perdiendo”.
Su casa está ubicada en el barrio Sagrado Corazón, sobre la calle Capitán Arbo. En la cocina-comedor tiene heladera poblada de frascos con dulces de naranja agria, naranja dulce, lima, mamón y hasta licor de café. “Ahora conseguí que me traigan las petaquitas para poder venderlo”, dice Doña Nata al recibir a ellitoral.com.ar.
La cocina de pequeñas dimensiones tiene una mesa, una cocina, una mesada con platos que fueron utilizados para el almuerzo y un lavarropa. A uno de los costados hay un mostrador donde se exhiben algunas bebidas, fideos y arroz, que hace dar cuenta que también allí atiende un kiosco.
Algo cansada y recién llegada de viaje, Doña Ñata comienza a sacar los frascos de la heladera. Comenta que el crecimiento turístico que comenzó a vivir el pueblo le trajo mayores ventas. “Se me abrió una puerta importante”, asegura y sostiene que con el acompañamiento de la Fundación Yetapá y de la Municipalidad, a través de la ferias, pudo revalorizar sus productos. Cada dulce de aproximadamente 500 gramos, los vende a 60 pesos.
Madre y abuela, lleva estas recetas de generación a generación. “El otro día le pedí a uno de mis hijos que haga él solo un dulce mamón y me lo sacó a punto”, reconoce con orgullo y mientras se le iluminan los ojos.
Sin embargo, la obtención de la materia prima es cada vez más complicado para Doña Ñata. Antes de separarse tenía un gran campo donde producía sus propias frutas para la realización de sus dulces. “Ahora, por el espacio, no puedo tener mi huerta y los días de mucho calor me cuesta salir, porque a veces me sube la presión”, explica y hace un pedido a los concepcionistas: “Los que tienen fruta para vender, que se acerquen a casa que yo siempre voy a necesitar”.
RECETAS SIN SECRETOS
No tiene temor de compartir todos los ingredientes que lleva cada mermelada. Lo detalla paso por paso y sin dejar ningún detalle al azar. Lo esencial -destaca- es la madurez de la fruta y el azúcar.
Por ejemplo para quien desee preparar un dulce de naranja agrio, Doña Ñata explica que se necesita:
- Desmenuzar la naranja una docena de naranja
- Agregar cuatro mandarinas y dos manzanas
- Esencia de vainilla c/n
- Azúcar 1 kilogramo
*Se coloca la mezcla en una cacerola a fuego lento y se retira cuando esté espeso
Mientras que para el licor de café se utiliza:
- Agua 1 litro
- Azúcar 1 kilogramo
- Café 1 litro
- Una medida de alcohol
- Té 250 cc
* Tiene que hervir primero el azúcar con el agua, hasta que espese. Posteriormente agregar el café, el té y el alcohol. Se apaga el fuego se lo deja reposar por 15 días.