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Saúl Aguirre, un joven que busca mantener las costumbres de Concepción desde la gastronomía

Por El Litoral

Jueves, 05 de octubre de 2017 a las 01:00
Mantener la cultura correntina. Es una de las prioridades del joven emprendedor. FOTOS: Miguel Campos.
Artesanía. Con productos locales Saúl logró ambientar la mesa para recibir a los visitantes.
Museo de "La Pilarcita". De martes a domingo recibe a los turistas y escuelas que visitan el lugar.

POR MIGUEL CAMPOS
@micki_scampos

De mirada profunda y con incontables sueños. Así es Saúl Aguirre, un joven de 28 años que, junto a su familia, lleva adelante un microemprendimiento gastronómico en Concepción del Yaguareté Corá. En su casa, recibe a diario a turistas que llegan al lugar en busca de las travesías en los Esteros del Iberá, como así también para degustar comidas típicas de la zona.

Terminó la primaria en un paraje rural, donde tenía que recorrer 25 kilómetros a caballo para llegar a la escuela. A pesar de semejante esfuerzo, asegura que volvería a vivir esa niñez que supo disfrutar y que hoy atesora como un recuerdo.  Ya de adolescente, se mudó a Concepción para continuar la secundaria.

No le fue nada fácil. La enseñanza que recibió durante sus primeros años fue “básica”: “Apenas aprendimos a leer, escribir, sumar y restar”. Tuvo que dejar la secundaria por un tiempo, pero esa situación no lo frustró. Retomó los estudios y en el 2013 los terminó, sumó un curso de guía de sitio y además consiguió trabajo en el museo temático de “La Pilarcita”, que depende del Instituto de Cultura. “Ese fue mi año”, sostiene. 

La experiencia de guía de sitio, le dio la pauta de que en Concepción faltaban restaurantes que ofrezcan una gastronomía acorde a la idiosincrasia correntina. Es por ello que abrió las puertas de su casa y comenzó a elaborar tres platos: guiso, mbaipy y asado a la estaca o a la parrilla con mandioca.

Comenzó la actividad de manera amateur e improvisando. Consiguió, con el paso del tiempo, el apoyo de la Fundación Yetapá, que le brindó asesoramiento y les consiguió materiales elaborados por artesanos propios de la zona. Paneras, centros de mesa con imágenes de animales que habitan en el Iberá e individuales, le dan la características de un ambiente más familiar. 

“A los primeros visitantes que recibí solo les pedía para los ingredientes, pero después comencé a cobrar el menú completo, porque es un trabajo y una responsabilidad”, afirma en diálogo con ellitoral.com.ar y agrega que como junto a su papá y mamá se sientan a comer con ellos y “ellos nos consultan sobre nuestra forma de vida. No solamente comparten un almuerzo, sino que también se llevan un aprendizaje de forma de vida”.

A materias de recibirse de técnico en Turismo, Saúl persigue un objetivo inmediato. Quiere revivir la vieja cocina que tenía en el paraje rural en el que vivió de niño. “Quiero construir un horno de barro y poder ampliar la oferta de comidas que ofrezco”, indica. Sin embargo no busca abrir un restaurante. Prefiere mantener ese calor del hogar y ambiente de cercanía que suele brindar para agasajar al viajero.   

El visitante que quiera degustar de un menú elaborado por Saúl, simplemente debe llegar al lugar y contactarlo a través la Asociación de Guías o en el Centro de Informes Turísticos. “Siempre y cuando me avisen con tiempo, yo no tengo problemas en cocinar”, resalta.

Entre sus platos favoritos, se queda con el guiso, “porque no tiene tantas calorías como el mbaipy”, afirma mientras se prepara para cocinarlo mientras cae la noche en Concepción, donde la tranquilidad solo se ve interrumpida por los grillos o por el sapucay de un vecino que hace sonar un chamamé y se dispone a comenzar el fin de semana tras una larga jornada de trabajo en el campo.  

LA MIRADA PUESTA EN EL TURISMO

Saúl no solo se desempeña como el encargado del Museo “La Pilarcita” y guía de sitio, sino que también tiene una visión turística a largo plazo y cree que Concepción tiene todo para ser uno de los puntos más visitados en Corrientes.  

Concepción viene desarrollando la actividad turística y ha mantenido un crecimiento constante en el último tiempo. Rodeada de humedales y a 189 kilómetros de la Capital, es una buena opción para un fin de semana. 

”Si nos remontamos a solamente 4 años atrás, en el pueblo no existían hospedajes, hoteles y cabañas; ahora hasta las casas de familias ofrecen habitaciones que están bien preparadas para recibir a las personas”, explica el joven emprendedor, quien entiende que la localidad correntina tiene “muchísimo por explotar, pero siempre cuidando el medio ambiente, no solamente natural sino cultural, tenemos que lograr que Concepción sea un lugar eco turístico”. 

El joven sostiene que el turismo trae beneficios para los vecinos que habitan el pueblo. “Yo realizo mi actividad y me beneficio directamente, pero para eso necesito comprar la mercadería, es allí donde un comerciante se beneficia indirectamente, porque es plata que ingresó y que yo gasté en la comunidad”, explica con seguridad.  

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