La propuesta de las Fiestas Argentinas de Sapucay iba llegando a su final cuando aparecieron Las Pimientas. Antes de su aparición en el escenario, la música y la coreografía habían recorrido distintas provincias, diversas festividades. El legendario grupo de chicas irrumpió con amplias sonrisas y con gran esplendor.
“La propuesta fue hecha por nuestro diseñador Horacio Gómez. En un principio me propuso hacer un homenaje a este grupo que hizo furor en la década de los 90. El brío de ellas estaba presente en la energía y alegría que imponían en cada paso por el carnaval de Corrientes. Emprender este tributo en este momento fue un gran desafío”, señaló Karina.
Ella es profesora de danzas árabes y muchas de sus alumnas están dentro de la comparsa Sapucay. Sin embargo, cuando le propusieron homenajear a Las Pimientas, sus alumnas ya tenían grupo asignados y estaban trabajando en sus trajes. Por eso, tuvo que empezar desde cero y buscar chicas que bailen y bien.
“De desafíos está hecha la vida. Lo acepté y comencé a reclutar a las chicas. La mitad de ellas son bailarinas, algunas fueron mis alumnas y otras de otros profesores. Pero la otra mitad son jóvenes a las que le gusta el carnaval y que bailan, pero no tienen condiciones técnicas adquiridas en una academia. Entonces, fue un trabajo en conjunto, las chicas conmigo, entre ellas para ayudarse en los ensayos. A medida que fueron pasando los días, fui acomodando horarios y ensayos para poder hacer un lindo papel. Queremos desempeñarnos de la mejor manera posible”, expresó.
Con una amplia sonrisa abierta al mundo, con entusiasmo y frenesí Karina hace algo para contenerse y poner un freno. “Nuestro objetivo con Las Pimientas no es igualar o mejorar a las originales. Queremos hacer un reconocimiento a lo que fueron ellas. En aquella época, ellas marcaron un tiempo dentro del carnaval. No había otro grupo que se le parezca en ninguna otra comparsa.
Las Pimientas no eran un grupo de profesionales en sus inicios. Yo viví de cerca lo que sucedía con sus presentaciones, no me lo contaron, estaba ahí. No fui parte, pero estaban dentro de lo que se vivía en Sapucay”.
“Las Pimientas -agregó- eran amigas que querían bailar juntas, dentro de ese grupo había chicas que la rompían bailando y otras que no. Pese a ello, en sus presentaciones sobresalía la energía, la actitud que le ponían. Estirar las puntas de los pies no era un rasgo característico de este grupo; sin embargo, sí se distinguían por su energía y alegría. La fuerza con que se presentaban era lo que llamaba la atención. Hoy queremos lograr eso con las chicas”, destacó.
El grupo quedó conforme con la primera presentación en el show de comparsas, “aunque siempre se puede dar más”, advirtió. “El miércoles dimos un paso muy importante. Supimos salir de un contratiempo porque al final del show justo saltó la música y la verdad es que la llevamos muy bien. Las chicas supieron seguirme como profesionales. El primer paso tuvo sus buenos frutos. Veremos qué nos deparan estas diez noches de corso y los dos shows de comparsas que restan”.
Un sueño cumplido
Las Pimientas 2018 están integradas por Andrea, Ayelen, Belen, Brenda, Marisol, Justina, Leslie, Luciana, Noelia, Mary Carmen, Milagros, Nahir, Roxana, Camila y la coordinadora Karina Lencina, quien lleva ya 20 años junto al Carnaval. Sin embargo, entre este grupo, Camila está cumpliendo un sueño al estar en el Gallo.
“Este es mi primer año en la comparsa Sapucay. Hace muchos años que quería ingresar y contaba con el empuje de mi familia. Desde muy niña soy de Sapucay y siempre quería entrar. Pero entre una cosa y otra no podía. Este año se me dio, así que estoy feliz y con todas las ganas”, contó Camila, mientras la agitación y la alegría todavía le rebalsaban por todo el cuerpo.
“Nosotros representamos a un grupo llamado Las Pimientas que estuvo años anteriores y que fue que trascendió el carnaval. Ahora no buscamos igualarlas, pero intentamos traer de vuelta ese espíritu de alegría, potencia, felicidad”, expresó.
Camila es profesora de árabe, flamenco y folclore en la Sociedad Libanesa, también es profesora de danzas clásicas en Diarte Estudios. Además, está cursando el segundo año de Abogacía.
Sobre el escenario el grupo se mueve con entusiasmo, Camila reconoció que, a pesar de los nervio, pudo disfrutar de la presentación. “Sé disfrutar mucho. Al principio hay nervios, pero después no tenés tiempo para ponerte nerviosa. Además, con las chicas estábamos ansiosas y entramos con todas las pilas. Ingresamos con muchas ansias y con ganas de divertirnos. Nos sentimos muy bien y contenidas por el público. Karina es una excelente coordinadora y nos contagia siempre ese vigor y esas ganas de seguir”, resaltó.