Este sacerdote es fanático de este medio de transporte desde chico y en todas las comunidades religiosas donde estuvo fue el móvil para establecer el vínculo con los vecinos, desde los más chicos hasta los más ancianos. Se lo conoce como el “cura de la bicicleta” porque justamente todo el día está montado sobre ella y recorre las calles del barrio.
"Es un excelente medio para moverse, varios curas en Santa Fé lo hacen, sirve para acercarse a una casa a tomar un mate, charlar con la gente, evangelizar, visitar un enfermo”, dijo en declaraciones al portal actualidadesquina.com.
Con respecto a su recorrido que emprende desde Santa Fe a Itatí, Rossi dijo que “es un viaje hermoso que te permite ver distintos paisajes del país y conocer la hospitalidad de la gente, fundamentalmente en el norte”.