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“El sarampión encuentra a los que no estén protegidos, hay que cuidar al más vulnerable”

El responsable de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Secretaría de Salud, Cristian Biscayart, habló del brote y el riesgo en la provincia.
 

Por El Litoral

Domingo, 13 de octubre de 2019 a las 01:02

El responsable de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Secretaría de Salud, Cristian Biscayart, informó que ya son 29 los casos de sarampión confirmados en el país. El funcionario nacional estuvo en Corrientes y dialogó con El Litoral sobre el brote en el país, las tareas que se están realizando, la provincia como zona de riesgo y la vacuna como herramienta indispensable para el bloqueo. 
La visita a la provincia se dio en el marco de una actividad en el Ministerio de Salud provincial sobre control y prevención de sarampión y de fiebre amarilla. Fue un encuentro regional, a través de comunicación satelital con las provincias de Misiones y Entre Ríos, y otras oficinas del país con el objetivo de intercambiar experiencias y conocer la situación epidemiológica actual. 
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos globales se triplicó en relación a 2018 (a mediados de este año se superaban los 360 mil en todo el mundo) y se declararon brotes en el continente americano (Brasil y Venezuela) donde el sarampión se consideraba erradicado.

—¿Cuál es el motivo de la visita a la provincia?
—Viajamos con la subsecretaria de Prevención y Control de Enfermedades Comunicables e Inmunoprevenibles, Miriam Burgos, la directora nacional de Epidemiología y Análisis de Situación de Salud, Patricia Angeleri y yo que soy director de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles para trabajar en el marco de las acciones de prevención de las enfermedades de sarampión y fiebre amarilla. Atentos a la situación del sarampión regional y global, al crecimiento en el mundo, pero especialmente en Brasil donde hay un brote en curso y con muchos casos, nos pareció oportuno trabajar en los municipios y departamentos de frontera con Brasil y con las poblaciones expuestas en los puntos de ingreso y egreso del país. Buscamos trabajar como en la campaña de sarampión del año pasado y llegar a niños y adultos que no tengan su carnet de vacunación al día. Esa tarea requiere que los equipos de salud estemos comprometidos.
—¿Cómo trabaja Corrientes en este sentido?
—Corrientes tiene una anuencia siempre muy grande a trabajar estas cuestiones, hicimos videoconferencia con Entre Ríos y con Misiones. Esto también es una iniciativa de lo que significa el Mercosur. Son tareas que creemos indispensables para que el sarampión esté lo más lejos posible de la frontera. Hoy estamos transitando un brote con más de 25 casos con epicentro en Buenos Aires, pero todas las provincias deben optimizar los recursos para poder vacunar a todos los que no pudieron y sí puedan vacunarse y, proteger a los que no pueden vacunarse. La vacuna contra el sarampión es una vacuna elaborada con el virus atenuado y por eso tiene contraindicaciones, no pueden vacunarse personas como los menores de seis meses de vida y por ello son los más vulnerables; en la medida de que nos vacunemos, todos los protegemos. Si no logra recuperar el carnet o si tiene dudas, las dosis están disponibles, no son vacunas pediátricas. 
—¿Cómo se llegó a tener este número de casos a nivel mundial?
—Hay una realidad en términos de lo que significa la evolución de los programas de vacunación y la visibilización de la vacuna como herramienta indispensable para la salud, a nosotros nos parece algo muy obvio pero en otros países, de Europa especialmente, los recursos evidentemente están pero las vacunas son vistas como algo optativo.  El concepto de sociedad pasa por otro lado, por el derecho a decidir si quiere vacunarse o no. En el resto del mundo quizás no tienen los recursos para responder a esto pero, la región de las Américas siempre fue pionera porque vio a las vacunas como herramienta para la prevención de enfermedades. 
Es difícil mantenerse lejos del contexto mundial, de poder todos juntos marchar hacia el mismo lado y lograr que el sarampión y la rubeóla que son enfermedades potencialmente erradicables lo sean, estamos hoy lejos de esto, estamos llegando con este brote. Hemos tenido casos importados,  extranjeros que nos dejan el recuerdo del sarampión o argentinos que no estuvieron lo suficientemente vacunados, lo traen al virus y contagian a la persona vulnerable. Es importante remarcar que el sarampión va a encontrar a toda persona que no esté protegida y lo que tenemos que evitar es que encuentre a las personas más vulnerables, por eso todas las personas que se pueden vacunar se deben vacunar.
—¿Corrientes ocupa un lugar de riesgo en el mapa?
—La respuesta más rápida es que sí pero no es la única, incluso hay provincias que no se visibiliza como fronteriza pero hoy ocupa un lugar de riesgo por el transporte aéreo, por el turismo internacional pueden ser blanco o centros de focos de esta enfermedad. El sarampión es tan contagioso que una persona puede infectar hasta a 14 o 15 personas que no estén protegidas, tiene una tasa de infección muy alta. No es necesario ser frontera para pensar en riesgo especial. No hay que singularizar a las provincias. Cualquier  punto de entrada en el país sea aéreo, terrestre, fluvial o marítimo es un lugar que tiene posibilidad hoy, el sarampión encuentra a todos los que no estén protegidos es un concepto fundamental. Hay que recordar que de 1 a 3, de cada mil personas que contraen sarampión, puede fallecer por la enfermedad. Recordemos que los más vulnerables son los menores de 5 años, especialmente menores de 1 año y los menores de 6 meses.
—¿Cuáles son las consecuencias en las personas que sobrevivieron al sarampión?
—Tratamos siempre de no llevar alarma pero es importante poner en relieve que efectivamente es una enfermedad que cursa como un cuadro autolimitado, es decir, fiebre, mucho decaimiento, postraciones, imposibilidad de actividades cotidianas pero hay complicaciones de la enfermedad, las enumeramos en forma de más a menos frecuente, como la inflamación de oídos, la bronquitis o neumonía, la afección del sistema nervioso central en forma de encefalitis, que es la inflamación del cerebro, eso puede dejar secuela o una complicación neurológica luego de años de haber tenido y se presenta sobre todo en menores de un año. Lo vimos antes de la eliminación entre 1997 y 1998, algunos de ellos están vivos pero con estas secuelas. 
—¿Qué se hace desde Salud Pública frente a esta realidad?
—Las actividades de vacunación supusieron entender que la inmunización debe trascender el ámbito de la pediatría para ir a todas las edades. Todas las personas a lo largo de los años deben aplicarse vacunas que las protejan de alguna enfermedad, en el calendario argentino la propuesta es muy amplia, algunas para niños y otras para adultos. 
La propuesta de Corrientes es cómo ir a sensibilizar a la población como aquellos que van a esparcirse a la costa del río los fines de semana, la persona cuyo elemento de trabajo es el camión que cruza fronteras, esas personas son adultos que debemos saber que están protegidos. 
La protección contra el sarampión es eficaz cuando se tienen dos dosis de vacunas que son las que contienen este componente que es el antisarampionoso aplicadas después del primer año de vida de la persona. Las dosis antes del año de vida como medida excepcional no pueden contarse como parte del esquema regular que se considere de protección, porque la potencia es menor que la que la vacuna confiere después del año de vida. Puede ser antisarampionosa sola, la vacuna doble o la triple.
—¿La que están colocando ahora, una dosis, ya protege?
—Esa es la triple viral, uno presume que la gran mayoría de personas alguna dosis debe tener, aquel que no puede verificar con una dosis es suficiente. Si alguno sabe que nunca se vacunó, está seguro, es necesario que reciba dos dosis de vacuna. (C.S.S)

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