Los restos del cura Eduardo Lorenzo fueron velados ayer, quien se suicidó de un balazo en la sede de Cáritas luego de ser acusado de abuso de menores, aunque no llegó a ser condenado por la jueza Marcela Garmendia, quien había reunido suficientes pruebas para ordenar su detención.
La despedida fue en la Parroquia Inmaculada Madre de Dios de Gonnet, organizada y encabezada por Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, que cuando convocó la misa hizo declaraciones que llamaron la atención: “Se quitó la vida después de meses de enorme tensión y sufrimiento”.
Y agregó: “Estaba investigado y colaboramos con la Justicia. La misa es para pedir el consuelo de su familia que también sufre”.
Al menos cinco personas prestaron declaración e hicieron su acusación contra Lorenzo, quien no llegó a declarar en la causa.
Lo que se pide por parte de los abogados defensores es que se continúe con la investigación por encubrimiento de la Iglesia.
Cuando se dio a conocer la realización de la misa, un grupo de vecinos que asisten a esa iglesia se mostraron indignados y reclamaron que no se sienten identificados con el homenaje a un cura pedófilo.
La parroquia suponía que podía haber un escrache y pidieron un refuerzo policial.
Unos 20 efectivos con escudos llegaron en la mañana del miércoles para hacer un cordón en la puerta de la iglesia.