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Santa Irene celebró sus premios con una gran subasta en Chavarría

Luego de su gran performance en las pistas de Corrientes y Palermo, la cabaña de Ganagrin SA realizó su remate anual de reproductores. Gran acompañamiento y muy buenas ventas, con productos élite, sin abandonar el clásico toro “garrapateado” de Santa Irene.
 

Por El Litoral

Domingo, 11 de agosto de 2019 a las 01:00
Genética. Santa Irene incorporó a su remate algunos vientres élite.
Reconocimiento. “Hubiera sido imposible lograr estos premios sin el trabajo de nuestra gente”, señaló Luis Otero Monsegur.

Esteban Montgaillard
Texto y foto

Luego de sus grandes logros durante este año en la Exposición Nacional Braford de Corrientes, y en La Rural de Palermo, la cabaña Santa Irene, de Ganagrin SA, realizó el miércoles pasado su remate anual de reproductores, con una gran convocatoria en sus instalaciones ubicadas en la zona de Chavarría. A la calidad y rusticidad de los Braford de la cabaña, este año se le suma la oferta de varios productos élite, que fueron muy disputados por distintas cabañas de la región.
Tras los premios Gran Campeón Ternero, Gran Campeón Ternera y Reservada Gran Campeón Hembra, que obtuvo a fines de mayo en la Nacional Braford de Corrientes, y el premio Gran Campeón Macho y Reservada Gran Campeón Hembra, que logró en Palermo 2019, la cabaña Santa Irene cerró un año notable con un muy buen remate. Con las tribunas de su local de ventas a pleno y las banderas de los campeonatos adornando el lugar, la cabaña de Ganagrin SA vendió sus Braford con el martillo a cargo de Iván L. O’Farrell SRL.
El encierre incluyó toros y vientres para todo tipo de productor. Tanto el toro comercial que habitualmente ofrece Ganagrin, como también animales élite, con mucho respaldo genético, producto del nuevo programa productivo y comercial de la firma. Y que le viene dando muy buenos resultados, este año con todos los premios obtenidos en las pistas de la raza Braford.
“Fue un buen remate, ágil, y se manifestó un interés muy concreto por hembras; que es lo que se está viendo en el mercado en general; la demanda por hembras está marcando la característica del mercado”, resumió Luis Otero Monsegur, titular de Ganagrin SA.
El titular de la firma ganadera comentó que “es un remate tradicional, que lo hacemos hace 20 años; lo que hemos hecho este año es incorporar las primeras generaciones de genética élite en hembras, nuestras primeras experiencias, algunas inmunizadas y otras garrapateadas; pero siguiendo siempre las líneas genéticas que nos llevaron a los resultados que tuvimos en la Nacional y en la Rural de Palermo”. En este aspecto, sostuvo que “la idea es seguir la misma línea manteniendo este remate como el remate de estancia que marca, en alguna medida, el camino que estamos siguiendo”.
Otero Monsegur también reconoció el trabajo del personal de la cabaña y la estancia. Y eso se reflejó antes del inicio del remate, cuando entregó reconocimientos a Jorge Pastori, gerente de Producción de Ganagrin y encargado de Estancia Santa Irene, y a Juan Lamberti, encargado de la cabaña en la provincia de Entre Ríos. “Estos logros hubieran sido imposibles sin el trabajo de la gente de la estancia; por eso me pareció adecuado que los premios que recibimos, los recibieran también ellos”, señaló el titular de Ganagrin, quien además consideró que “los resultados se obtienen cuando hay gente comprometida en lo que se hace”.
En cuanto a las innovaciones de la cabaña, que desde hace algún tiempo inició un nuevo programa genético hacia productos elite para cabañas y que este año se vieron los primeros resultados en las pistas, Otero Monsegur comentó que “no fue fácil decidir por apostar a la genética élite; pero nos agarró en un momento donde teníamos que producir un cambio; lo que no podíamos hacer era seguir en la misma línea que estábamos, porque el progreso era muy lento y a veces, incluso, se daban retrocesos; no quedaba muy claro que estuviéramos avanzando en el trabajo genético, y hace cuatro años decidimos ir por todo, pusimos el equipo a trabajar, contratamos un nuevo asesor genético y ponemos toda la carne al asador; eso es lo que produjo el cambio”.
En este sentido, Otero Monsegur señaló que “el cambio fue exitoso hasta aquí, pero el desafío es sostenerlo”, y consideró que “la raza está pasando por un momento excepcional y los ejemplares que vemos en todas las exposiciones son extraordinarios, de una precocidad, una producción de carne, una corrección fenotípica muy marcada. Por lo tanto, acá, entre ganar y perder hay una pequeña brecha. No se puede decir que Santa Irene ganó los premios que ganó porque era marcadamente mejor que las otras, hay muchas cabañas que están en el mismo nivel, dependerá del gusto del jurado”.
Asimismo, señaló que “lo que tenemos como incentivo es el contexto del mercado de carne, el cual, cuando empezamos a unir la genética con la producción de carnes, el tema es fundamental. Si la genética se traduce en producir carne en menos tiempo y de una manera más eficiente, yo creo que la genética tiene nombre y apellido. El gran esfuerzo ahora es unir la genética con la producción de carne, y es un trabajo para el que todavía falta”, consideró.

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