Viernes 10de Mayo de 2024CORRIENTES18°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$861,5

Dolar Venta:$901,5

Viernes 10de Mayo de 2024CORRIENTES18°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$861,5

Dolar Venta:$901,5

/Ellitoral.com.ar/ Vivir Bien

Depresión durante y después del parto, las claves para pedir ayuda

La depresión posparto suele ser mucho más frecuente de lo que se cree. La tristeza, los miedos y la ansiedad forman parte de los estados de ánimo habituales. Sin embargo, al aumentarse estas emociones es importante saber que no se está sola.  

Para muchas madres, la experiencia del embarazo y el parto con frecuencia viene seguida de tristeza, miedos, ansiedad y dificultad para tomar decisiones. A muchas mujeres se les dificulta tener la energía para cuidar de sí mismas, de sus bebés y de sus familias. Algunas sienten deseo de hacerse daño o hacerle daño a sus hijos. Estos pueden ser síntomas de depresión. 

Ante estas situaciones, que pueden causar vergüenza y angustia extrema, hay que tener en cuenta una premisa central: “No estás sola. La ayuda está a tu alcance”.

Las hormonas desencadenantes

Existen muchas razones por las cuales una mujer puede deprimirse durante o después de la gestación. Su cuerpo sufre muchos cambios hormonales. Cuando una mujer está embarazada, su cuerpo produce las hormonas femeninas estrógeno y progesterona en cantidades mucho mayores. Sin embargo, durante las primeras 24 horas después del parto, estos niveles de hormonas disminuyen rápidamente a niveles que ya no son los del embarazo. Estos repentinos cambios hormonales pueden ocasionar la depresión de manera similar que las hormonas menstruales pueden desencadenar síntomas parecidos a los que se presentan durante y después del período menstrual de una mujer.

En algunas mujeres, otra posible causa de estos síntomas después del embarazo es una disminución de las hormonas de la tiroides, las cuales son producidas por la glándula tiroides (ubicada en el cuello). Estas hormonas ayudan a regular la manera en que el cuerpo usa la energía. Los bajos niveles de la tiroides pueden ocasionar sentimientos de depresión o irritación, problemas para dormir y para concentrarse y aumento de peso.

La combinación de los cambios bruscos en las hormonas, la sensación de sentirse abrumada por las nuevas responsabilidad así como la presión por ser una “mamá perfecta”, junto con los sentimientos de pérdida por la vida que se llevaba antes, desencadena en una receta para la tristeza posparto. 

Factores de riesgo

Algunas mujeres corren mayor riesgo de sufrir depresión durante y después del embarazo: 

• Antecedentes personales de la madre de depresión y otras enfermedades mentales es generalmente el mayor factor de riesgo.

• Antecedentes familiares de depresión y otras enfermedades mentales.

• Falta de apoyo de familiares y amigos.

• Depresión o enfermedad mental de la pareja de la mujer.

• Ansiedad o sentimientos negativos respecto al embarazo.

• Problemas con embarazos o partos previos.

• Problemas matrimoniales o de dinero

• Acontecimientos estresantes.

• Embarazo a una edad muy joven.

• Trastorno por uso de sustancias.

• Violencia familiar.

• Enfermedad crónica.

El riesgo también es mayor con embarazos múltiples, partos prematuros o cuando los bebés nacen con déficits físicos o del desarrollo neurológico ya sean congénitos o adquiridos. Las transiciones estresantes, tales como el regreso al trabajo, también pueden ser un factor de riesgo.

Aunque estos factores de riesgo ayudan a identificar a las personas con mayor probabilidad de sufrir depresión perinatal, cualquier mujer puede sufrirla durante el embarazo o durante el año siguiente al parto.

Tipos de depresión

La depresión durante y después del embarazo por lo general se divide en las siguientes categorías: 

1. Tristeza posparto

Muchas mujeres sufren de tristeza posparto después de dar a luz.  De hecho, se estima que entre un 50% y 80% de las madres sufren “tristeza posparto”. Para la mayoría de las mujeres, la tristeza posparto es algo temporal, por lo general desaparece en unos días y puede durar hasta 2 semanas después del parto.

2. Depresión perinatal 

La depresión posparto abarca la depresión prenatal (durante el embarazo) y la depresión posparto (durante el primer año después del parto). Los síntomas de la depresión perinatal duran más tiempo que los de la “tristeza posparto” y son más severos. Se presenta en 1 de cada 5 mujeres.

Las mujeres embarazadas y las nuevas madres que se sienten abrumadas, frustradas, ansiosas y con ganas de llorar persistente o deprimidas no deben sufrir en silencio o sentirse avergonzadas. En lugar de esto, deben consultar con sus médicos de inmediato para obtener ayuda y tratamiento si fuera necesario.

Existen tratamientos eficaces para la depresión perinatal. Con frecuencia el tratamiento consta de una combinación de medicamentos antidepresivos, terapia de comunicación y recursos de ayuda disponibles en la comunidad. Muchas mujeres no se someten a tratamiento a pesar de su eficacia. A algunas les preocupa el riesgo que los medicamentos antidepresivos puedan tener para la salud del bebé, por ello es importante consultar directamente con el médico y comunicar estos temores.

3. Psicosis posparto

Una cantidad muy pequeña de mujeres (1 o 2 de cada 1.000 mujeres) puede sufrir de una forma rara y severa de la depresión posparto conocida como psicosis posparto. Las mujeres que son diagnosticadas con trastornos bipolares o con trastorno esquizoafectivo corren mayor riesgo de sufrir de psicosis posparto.

Los síntomas de la psicosis posparto generalmente empiezan durante las primeras 4 semanas después del parto y pueden incluir:

• Extrema confusión.

• Sentimiento de desesperanza.

• Imposibilidad para dormir (incluso cuando está agotada).

• Rehusarse a comer.

• Desconfiar de otras personas.

• Ver cosas o oír voces que no existen.

La psicosis posparto es temporal y se puede tratar con ayuda profesional, pero es una situación de emergencia que requiere atención inmediata.

Consulta médica

Las evaluaciones para detectar la depresión durante y después del embarazo deben ser parte rutinaria de su atención médica. Los profesionales de la salud -tales como su médico, el médico de su bebé, un profesional de enfermería o cualquier otro proveedor de salud- están familiarizados con los tipos de depresión que las madres embarazadas y primerizas enfrentan. Conocen formas para ayudarla y pueden explicarle las opciones que tiene. 

Están dispuestos a escucharla y pueden encaminarla a su recuperación.

Cualquier mujer puede sufrir de depresión durante el embarazo o después del parto. Esto no quiere decir que sea una mala madre o incapaz. De hecho, someterse a tratamiento y solicitar ayuda la ayuda a cuidar mejor de su bebé. Usted y su bebé no tienen que sufrir. La ayuda está disponible.

Más info en; www.medlineplus.gov

¿Te gustó la nota?

Ocurrió un error
Más Info

Los papás también pueden deprimirse 

Si bien son las mujeres quienes ponen el cuerpo para la gestación y el parto, es posible que los nuevos padres también sufran de depresión. Por lo general, los hombres tienden a evitar expresar sus sentimientos y se rehúsan a aceptar que pueden correr riesgo y no solicitan ayuda cuando la necesitan. Sin embargo, a los padres con depresión se les dificulta ayudar a sus parejas y a los  niños; esto aumenta el riesgo de la depresión materna.
Se cree que la depresión en los padres también se puede tratar, pero con frecuencia no se identifica, por lo cual es importante consultar e informarse.  No existe mucha investigación sobre la depresión entre las parejas del mismo sexo o que no son padres biológicos del niño, pero los estudios clínicos sugieren que empezar una nueva familia puede ser una transición difícil para todos los padres. Por esta razón, cualquier padre que tenga dificultad para sobrellevar el estrés de la crianza o que tenga síntomas de depresión debe consultar con su médico o el pediatra del niño.