Desde hace unos seis años unas 200 familias en situación de vulnerabilidad se encuentran habitando el asentamiento informal del barrio Patono y ante la falta de asistencia oficial las condiciones habitacionales precarias empeoran con el correr de los meses. Habitantes del lugar señalaron que cuentan con problemáticas como la cercanía a un profundo desagüe que pasa por el medio del terreno, basurales a cielo abierto y el deterioro de las casillas que se encuentran con riesgo de derrumbes.
Habitantes del asentamiento informal del barrio Patono señalaron que la mayoría de las familias son numerosas y no cuentan con accesos formales a servicios ni a infraestructura a pesar de estar incluidos en el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). A su vez, en oportunidades anteriores solicitaron ayuda al Estado con casillas de emergencia, limpieza de los terrenos y el entubamiento del canal, pero hasta el momento no obtuvieron respuestas.
Desde el predio informal del barrio Patono los habitantes manifestaron su preocupación ante la grave y acuciante situación por la que atraviesan desde hace tiempo. “La situación es cada vez peor porque las casillas están muy deterioradas y deben ser precariamente apuntaladas para que no se caigan. Estamos muy preocupados porque la mayoría de las 200 familias del asentamiento son numerosas y no contamos con los recursos como para poder mejorar”, expresó Mercedes, habitante del asentamiento del Patono, en diálogo con El Litoral.
“Hemos pedido unas 14 casillas de emergencia para reubicar a las familias que cuentan con entre 6 y 8 niños y que sus viviendas corren riesgo de caerse, pero hasta el momento no obtuvimos respuestas”, señaló la referente.
En el asentamiento también se encuentran varias familias que habitan en las inmediaciones con factores de riesgo ambiental y sanitario. “Por el medio del predio corre un desagüe pluvial de un metro de profundidad que en parte fue entubado pero no se terminaron las obras, por lo que es muy peligroso para los niños del asentamiento, sobre todo cuando llueve. También hay basurales a cielo abierto, malezas y muchas alimañas que ponen en riesgo a las familias”, expresó Mercedes.
“Pedimos que por lo menos nos ayuden con la limpieza y fumigación del terreno para evitar mayores problemas; pero hasta ahora no tuvimos ninguna respuesta favorable y la situación de abandono en la que nos encontramos es cada vez peor”, manifestó la habitante del asentamiento del barrio Patono.