Gustavo Lescano
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El Encuentro Nacional de Familias por la Educación que se llevó a cabo de manera virtual con la participación de representantes de la provincia y la región, puso el acento en varios temas claves para atender la problemática del sistema educativo en tiempos de pandemia de covid-19 y también cuando esta concluya.
Madres y padres de las 24 jurisdicciones argentinas, impulsados por la educación de sus hijos e hijas, “reclamaron que sus voces sean escuchadas y destacaron la necesidad de una mayor participación. Además, pidieron el compromiso de todos los actores para que la educación sea prioridad”, resumieron los organizadores de la cumbre desarrollada la semana pasada. En los talleres regionales realizados primero y en la posterior reunión nacional, coincidieron específicamente en que se debe volver lo antes posible a las aulas en distritos en los que se pueda, teniendo en cuenta las condiciones sanitarias. También demandaron resolver el problema de la falta de dispositivos y la conectividad, a la vez que expresaron una fuerte empatía con la situación de los docentes, valorando el esfuerzo puesto de manifiesto en este contexto de pandemia.
La crisis del coronavirus obligó en marzo a suspender las clases presenciales y de inmediato pasar a trabajar en la virtualidad. Apenas habían transcurrido diez días del inicio del ciclo lectivo 2020 y todo el escenario cambió por completo. Una situación que exigió aplicar varios cambios sobre un sistema educativo que ya venía en crisis desde hace años.
Transcurrieron siete meses de pandemia y el debate en el sector educativo continúa en un nivel muy alto en busca de soluciones a problemas antiguos que se repotenciaron en este contexto. “Creemos que el momento nos interpela a trabajar más unidos que nunca: con otras familias, pero también apoyando a los docentes y directores, con empatía y solidaridad. Es hora de dejar la comodidad del espectador para asumir un rol proactivo como familias para mejorar la educación argentina. Para eso nos proponemos formarnos, movilizarnos, organizarnos, reclamar e impulsar propuestas, según haga falta”, resaltaron en el documento final del encuentro de familias por la educación.
“La declaración sintetiza la voluntad de madres y padres de todo el país de hacer oír su voz en el sistema educativo”, apuntaron desde la organización.
Resultados
“Vimos una coherencia con lo que veníamos escuchando en los talleres previos, aunque en el encuentro los puntos de coincidencia fueron mucho más claros”, resaltó a El Litoral Juan McLoughlin, docente y director de Campañas de “Argentinos por la Educación”, la ONG que organizó el cónclave donde se debatió la situación del sector educativo.
McLoughlin señaló que “tres cuestiones quedaron muy evidentes en las conclusiones. Por un lado, la cuestión de la vuelta a clases, que obviamente tenía las aguas divididas, pero a partir de los distintos debates y una encuesta entre participantes se llegó a una coincidencia. En este sentido se planteó que, al menos en los lugares en donde sea sanitariamente posible, se pueda volver a las aulas lo antes posible. Sobre todo priorizando a los alumnos de los primeros y últimos años”.
Al respecto, el docente aclaró que “el principal motivo por el cual las familias manifestaron la necesidad de la vuelta a clases, y que también surgió de la encuesta, tiene que ver con la salud emocional de los chicos y chicas. Incluso, ese fundamento se priorizó antes que los aprendizajes que pueden estar perdiéndose o para volver a relacionarse con sus compañeros. Es más, como un punto casi marginal estuvo la necesidad de los padres de poder equilibrar con sus obligaciones laborales”.
Un segundo eje de conclusiones estuvo centrado en la conectividad. “No solo tiene que ver con la educación en este contexto sino de cara a lo que sigue”, advirtió el director de Campañas de “Argentinos por la Educación”. Tras lo cual agregó: “Se puso en evidencia la importancia y la utilidad que tienen las nuevas tecnologías, que va más allá de que actualmente son imprescindibles; su importancia trasciende este momento particular. Este es uno de los puntos principales que plantearon las familias. En este sentido solicitaron resolver y mejorar esos accesos, desde la conectividad, los dispositivos y dándole la prioridad obviamente a los contextos en los que ese acceso está hoy mucho más limitado”.
En cuanto al tercer tema central de las conclusiones, McLoughlin manifestó que “tiene que ver con la participación en sí de la familia. El 92 % de los que completaron la encuesta consideran que las familias están muy poco representadas en los medios, en la agenda pública, y eso, en definitiva, hace que no se incida en la toma de decisiones en torno a las políticas educativas. Esto quizás fue el llamado de atención más puertas adentro, o autocrítico que hicieron: buscar mayor protagonismo y un rol mucho más activo”.
—¿También plantearon un apoyo a la labor docente en este contexto de crisis educativa? —le consultó El Litoral al directivo.
—Sí, hubo mucha empatía con ellos y con las escuelas, que quizás eso sí nos sorprendió para bien. Esto porque los primeros padres a los que veníamos viendo movilizados eran grupos principalmente de la Patagonia, donde la problemática docente es la más fuerte por las medidas de fuerza que se llevan a cabo desde hace varios años, principalmente en Neuquén y Chubut. En esa movilización por la educación, antes -por lo general- los veíamos enfrentados a la escuela y los docentes. Sin embargo, en esta ocasión no solo no se pararon del lado contrario, sino que estuvieron en una posición mucho más empática. No solo en la realidad laboral, sino también en cuanto a los problemas de conectividad, que no solo afectan a los alumnos sino también a los docentes.
—¿En la región NEA fueron similares o diferentes los planteos? —también se le preguntó a McLoughlin.
—Hubo bastante coincidencia en la cuestión de empatía con los docentes y las escuelas, con un apoyo incluso mayor. Tanto desde el NEA como en el NOA se pudo escuchar y valorar la labor que se lleva a cabo en las escuelas y con los docentes. Asimismo, en muchos de los casos hablaron de las voces que quedaron pendientes de escuchar. El encuentro se llevó a cabo de manera virtual y en el caso del NEA plantearon la necesidad de poder escuchar las voces de quienes no tienen acceso a este canal o espacio; saber cuáles son los desafíos que están viviendo y las soluciones que necesitan.
Por otra parte, McLoughlin adelantó que “estamos terminado de darle forma a la declaración (de las familias que participaron de los talleres) para poder sumar adhesiones de organizaciones y de referentes educativos. A partir de eso haremos un llamado más masivo a adherir a este petitorio para darle más fuerza y poder presentarlo a los gobiernos provinciales y nacionales”.
Finalmente, señaló que este tipo de encuentros tendrá su continuidad y ya se piensa en seguir trabajando para configurar una red, “y así institucionalizar y crecer en uno de los objetivos que tuvo el encuentro: vincular a las familias entre sí y que ellas sean protagonistas de su propia realidad”.
Educación, prioridad
Desde “Argentinos por la Educación” difundieron un informe con los puntos salientes de la declaración.
“Nuestros hijos e hijas están transitando una experiencia muy dura en pandemia, con efectos no solo académicos sino en su salud emocional”, afirmaron en el documento “Familias por la Educación”, surgido a partir de los intercambios en talleres regionales y nacionales durante toda la semana. El escrito advierte una crisis educativa que, si bien no es nueva, se ha profundizado con la pandemia, por la combinación de la suspensión de las clases presenciales, la falta de conectividad a internet, la carencia de dispositivos en muchos hogares y las consecuencias del encierro prolongado en un escenario de gran incertidumbre.
“Nos movilizamos por la educación a partir de valores compartidos: igualdad, justicia, inclusión, calidad educativa y solidaridad”, plantearon en la declaración, y convocaron a todas las familias argentinas a sumarse (ingresar al siguiente link: https://argentinosporlaeducacion.org/familias).
“Pedimos a todos los gobiernos que prioricen la educación y que asuman el liderazgo que necesitamos de su parte. Solicitamos el mayor compromiso, profesionalismo y celeridad para atender a las múltiples situaciones que se presentan en nuestro país y así hacer posible la continuidad pedagógica”, reclamaron en el documento, a la vez que requirieron que “con responsabilidad sanitaria se facilite el regreso a las escuelas allí donde sea posible y deseable”.
Las familias pidieron también que se mejoren las condiciones de conectividad en todo el país, que se garantice el apoyo necesario según las circunstancias de cada estudiante y cada hogar, y que se garantice el acceso a la información, tanto sobre los niveles de contagio y la apertura de escuelas, como en lo relacionado a los desempeños escolares de sus hijos.
En síntesis, reclamaron que la educación esté primera en la lista de prioridades: “No tenemos futuro sin educación. Y no hay otra urgencia mayor que darles un futuro a nuestros hijos”.
Varias demandas clave
Al responder qué necesitan para acompañar a sus hijos, padres y madres señalaron la necesidad de más dispositivos, como otro celular, una notebook, etcétera (en un 48,5 %), mejor conexión a internet en casa (46,8 %) y apoyo docente para padres (46,3 %). Entre los puntos más urgentes para poder cambiar la educación argentina, las familias mencionaron la formación y la carrera de los docentes (38,8 %), la conectividad de los alumnos (32,1 %) y los contenidos del currículum (32,7 %).
Según una consulta realizada a las familias que participaron del encuentro nacional, 9 de cada 10 padres (94 %) están dispuestos a formarse para poder aumentar su participación ciudadana para mejorar la educación. Además, 7 de cada 10 familias (73,4 %) consideran que la mejor manera de participar es colaborando con los docentes y directivos en sus escuelas, mientras que 6 de cada 10 (62,5 %) mencionaron la necesidad de participación en instancias institucionales en todos los niveles.