Por Francisco Villagrán
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Especial para El Litoral.
Todo comenzó en los lejanos días del período Jurásico, hace casi 200 millones de años, cuando la vida se había asentado ya sobre la tierra firme. El mundo de aquellos tiempos estaba cubierto por enormes selvas tropicales formadas por helechos gigantes y palmeras. Los reptiles ya eran viejos y los dinosaurios, en hordas ululantes, recorrían los recién nacidos continentes como auténticos reyes del planeta.
Algunas especies comenzaron a trepar a los árboles, otras a desarrollar alas en un proceso de cambio que derivaría en los primeros dinosaurios volantes, como el pteranodón. Desde que fueron descubiertos los primeros huesos fósiles de los grandes animales desaparecidos, la mente humana trató de buscar explicaciones al porqué de la desaparición de bestias tan extrañas y gigantescas. Algunas de esas hipótesis pertenecían al campo del mito y la ficción, y a otras les faltaban datos para confirmarlas. Entonces la pregunta clave es: ¿Cómo y por qué se extinguieron los dinosaurios? La fascinación y el misterio se daban la mano.
Hacia 1950 los paleontólogos coincidían en la idea de que los dinosaurios habían sido víctimas de un cambio de clima repentino. Pero no se ponían de acuerdo de si habían desaparecido porque la Tierra se volvió más fría o más caliente. Pero posteriormente investigaciones científicas demostraron que en los últimos 450 millones de años hubo cinco grandes extinciones en masa de especies animales. La mayor catástrofe no fue la que puso fin a los dinosaurios, sino una ocurrida precisamente al iniciar éstos su aparición, entre los períodos Pérmico y Triásico, hace unos 245 millones de años, cuando se extinguió el 90 % de las especies vivas. En los últimos años se comprobó que, en un yacimiento fósil del período Cámbrico, hace 530 millones de años, vivían animales invertebrados, sin ningún parentesco con la mayoría de los actuales.
Este hallazgo fue más que importante para los estudios posteriores de las distintas teorías de la desaparición de los dinosaurios. Las teorías más corrientes sobre la evolución orgánica tendían a buscar motivos puramente biológicos para la desaparición de grupos enteros de especies. Los paleontólogos actuales aceptan que las crisis en la historia de la vida pudieron tener otras causas: terrestres, como cataclismos geológicos, o extraplanetarios como el impacto de meteoritos provenientes del espacio exterior. En ambos casos con consecuencias brutales para la ecología y vida de la Tierra en su conjunto.
Algunos especialistas sostienen que de no haber mediado esas grandes catástrofes, no habrían aparecido o no hubieran evolucionado nuevos grupos biológicos. De acuerdo con esto, los mamíferos pudieron eclosionar en forma abrupta, al terminar el período Cretácico, única y exclusivamente porque los dinosaurios se extinguieron. Si no hubiese sido así, otra sería la historia y no estaríamos nosotros para contarla. Quizás la contarían los dinosaurios inteligentes…
Los dinosaurios más grandes eran los predadores, carnívoros que se alimentaban de los más pequeños, entre los que figura en primer término el temible Tiranosaurio Rex, que reinaba en el norte del planeta, en territorio de la actual Norteamérica. Aunque también en el sur había gigantescos animales, pero eran herbívoros. En Argentina fue descubierto el fósil de un titanosaurio, herbívoro de grandes dimensiones, 30 metros de longitud y un peso aproximado a los 73.000 kilos. Fue encontrado en 1989 por Guillermo Heredia en el predio de una estancia en Plaza Huincul, en el sur argentino. Los paleontólogos argentinos José Bonaparte y Rodolfo Coria fueron los autores de la descripción científica y quienes le dieron el nombre científico de Argentinosaurus a la especie, en el año 1993.
Distintas teorías
Entre las hipótesis más aceptadas respecto de la desaparición y extinción de los dinosaurios, figura en primer lugar la de un meteorito gigante que impactó contra el planeta y causó la hecatombe. El cielo se oscureció y del firmamento cayeron rayos, rocas y lluvia negra. Pesadas nubes de humo, hollín y gases venenosos se extendieron por toda la Tierra. Esto habría causado la destrucción de todo tipo de vida sobre el planeta, tanto animales como plantas, sucumbieron inexorablemente. Otra teoría, aunque menos aceptada, sostiene que habría ocurrido una inmensa erupción volcánica al sur de lo que es hoy la India. Una más reciente sostiene que una glaciación mató a los dinosaurios tiempo atrás, algunos paleontólogos pensaban que el frío habría sido fatal para estos grandes animales. Actualmente es una hipótesis con pocos adherentes. Otra más afirma que un sol fulgurante, sequía, planicies desérticas fueron un paisaje infernal donde los dinosaurios no pudieron sobrevivir. Algunos sostienen que una plaga de roedores gigantes, ratas o algo similar, se comió todas las plantas del planeta, sacándoles a los dinosaurios el sustento de hojas y plantas con las que se alimentaban, muriendo de inanición. Y aunque no es desestimable, es una teoría con pocos adherentes.
Una última hipótesis sostiene que los dinosaurios habrían sido víctimas de su propio tamaño, es decir, alcanzaron un tamaño tan gigantesco que la evolución se habría detenido y sobrevenido su fin. Pero esta hipótesis se derrumbó en los últimos años, cuando se pudo determinar que las bestias prehistóricas habrían vivido y evolucionado a lo largo de millones de años. Por lo tanto, la presunción de su incapacidad para adaptarse al medio quedó sin ningún sustento.
Volviendo a la principal teoría, que es la más aceptada por los científicos, de la caída de un gigantesco meteorito, habría ocurrido en lo que actualmente es el golfo de México, cerca de Yucatán, provocando un gigantesco cráter que aún hoy es posible detectar en el fondo del mar, por lo que esta teoría tiene un firme asidero científico. El impacto del cuerpo estelar sobre la zona habría provocado una gigantesca explosión equivalente a la de miles de bombas atómicas y esto habría provocado grandes cataclismos, tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas en todo el planeta. Y como consecuencia inmediata a la explosión, se habrían levantado espesas nubes de tierra y restos a cientos o miles de kilómetros de altura, lo que pudo haber provocado que no pase la luz del sol y en consecuencia, la muerte de todas las especies vegetales que necesitan del proceso de la fotosíntesis para su crecimiento. Al no pasar la luz del sol, impedida por las espesas nubes, la temperatura de la superficie del planeta habría ido descendiendo bruscamente, variando totalmente el clima en la Tierra, todo esto contra la supervivencia de los dinosaurios. O también pudo haberse producido una glaciación o era de hielo que atentó contra la vida del planeta, al no poder sobrevivir los dinosaurios a este violento cambio climático. Lo único concreto es que estos gigantescos animales desaparecieron de la faz de la Tierra hace unos 65 millones de años. Las causas pueden ser muchas, pero la mencionada del meteorito es la más aceptada.