Luego de la implementación del nuevo Código Procesal Penal a partir del 1 de noviembre en las ciudades de Mercedes y Curuzú Cuatiá, el ministro del Superior Tribunal de Justicia, Eduardo Panseri, destacó los resultados de la legislación y la necesidad de contar con los recursos suficientes el año próximo para la refacción y construcción de edificios judiciales, como así también para la incorporación de los insumos informáticos.
En los estudios de Radio Sudamericana y para Algo por Decir TV, estuvo el Dr. Eduardo Panseri, ministro del Superior Tribunal de Justicia, en primer lugar destacó los resultados de la nueva normativa y dijo que “las respuestas que se están dando son altamente satisfactorias”. Resaltó que “muchos abogados del foro, principalmente los jóvenes, se están adaptando más rápido”. “El éxito del nuevo código o el fracaso del viejo es fruto de la impronta de los operadores”, reconoció y aseguró que “se cumplirán los plazos de implementación establecidos”.
El ministro del STJ además explicó que se está creando una Oficina Judicial, en la que se deberán fijar las audiencias para que se reúnan las partes y puedan definirse los procesos. “Si no hay audiencia las partes no pueden concurrir y no hay decisión”, declaró y por ello, expuso que “se está requiriendo la compra de equipamiento informático, cámaras de video y hardware para almacenar lo que se grabe de las audiencias y sus copias de seguridad.
Asimismo, recordó que se deben refuncionalizar edificios y reasignar personal a cargo de los jueces, fiscales o defensores y de la OfiJu. El encargado de esta dependencia se elegirá entre representantes de cada localidad y bajo las exigencias del cargo, en tanto que habrá capacitaciones para quienes ofician de operadores de la justicia.
Aludió a la necesidad de reformar edificios, para lo cual se requieren a precios actuales unos 340 millones de pesos, pero reconoció que el problema se presenta con la compra de equipos que se cotizan en dólares. En cuanto al trabajo del funcionario judicial, adelantó que “la idea es que no trabajen sólo de 7 a 13, sino que se entienda que la justicia es un servicio público y tenemos que estar prontamente, cuando las audiencias surgen desde los fiscales o la defensa y hay que atenderlas en el horario que sea necesario”.
En este marco, resaltó como ventaja que “las audiencias que solicitan medidas preparatorias no duran más de 6 a 9 minutos” y en el caso de “las que tienen más complejidades, con las dos partes presentes, llevan de 20 a 35 minutos, es decir que el resto de la jornada los jueces tienen para hacer otras cosas”.
Agregó que “los jueces van a tener que estudiar y entrenarse para tomar decisiones rápidas, pero también a su vez resolver las causas residuales con el protocolo del STJ, es decir, las que quedaron sin resolver del sistema anterior”.