Por Bernardo Stamateas
Colaboración especial
El hecho es que cuando no somos capaces de lograr algo que deseamos, nos sentimos frustrados. Puede ser un hecho único, como una pérdida importante; o una secuencia de hechos, como una mala relación durante años. Este tipo de vivencias marcan de manera negativa a la persona que las experimenta, a tal punto, que la frustración se instala en su rutina. El resultado de esta emoción tóxica es que ya no es posible disfrutar de las cosas buenas que la vida nos ofrece a todos. Una sola frustración del ayer, o una época de frustraciones, se transforma en un presente de constantes frustraciones. Actualmente, al atravesar una gran crisis a nivel mundial, muchos han comenzado a sentirse frustrados.
Te invito a analizar algunos conceptos sobre la frustración
Todos los seres humanos
nos hemos sentido frustrados alguna vez
Nadie ha conseguido todo en la vida. Por eso, la mejor actitud a adoptar, especialmente en estos tiempos, es aceptar nuestra frustración, reconocerla, darnos cuenta de que está ahí. Esto implica saber que ciertas cosas no serán como antes y tantas otras ya no ocurrirán. Pero todo es parte de nuestra historia.
Fuimos diseñados con la
capacidad de saldar por
nosotros mismos una
frustración pasada
De nada sirve quejarse por lo que no pudimos hacer hasta ahora. Lo ideal es atrevernos a hacerlo hoy. ¿Por qué no? De esta forma, a través del potencial infinito que portamos en nuestro interior, somos capaces de dejar atrás lo que no fue y lo que eso nos provoca (nos inquieta, nos molesta) y construir hacia adelante. Todos contamos con herramientas para llevarlo a cabo.
No ver el esfuerzo que hemos hecho y el camino que hemos transitado hasta ahora nos vuelve insatisfechos e
infelices
Cuando recordamos, y valoramos, todo lo que nos esforzamos para superar obstáculos y llegar hasta donde estamos hoy, le abrimos la puerta al disfrute permanente en nuestra vida. Aun de las pequeñas cosas que muchas veces ignoramos. El esfuerzo consciente nos habilita para valorarlo todo.
En base a todo lo expuesto, ¿cómo superar la frustración que tanto nos daña?
Básicamente de estas tres formas
1. Accionando hoy para saldar algo que no logré ayer. Enfoquémonos siempre en lo que somos capaces de lograr y no en lo que todavía nos falta.
2. Ver el “cuadro completo” frente a mis frustraciones. Es decir, valorarnos lo suficiente como para reconocer todo lo bueno que hay en nuestra vida que, por lo general, es mucho más de lo que creemos.
3. Hacer de mi sentimiento de frustración un motor que me impulse a soltar mi creatividad. Cualquier situación negativa que enfrentemos puede ser transformada en una oportunidad para crecer y avanzar en la vida. Solamente si así lo decidimos.
Quien está satisfecho con su ser y su hacer halla la felicidad a cada paso.
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