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Querer ser como otra persona es maltratar a la persona que eres

Muchas personas piensan que autoconfianza y autoestima son lo mismo. Pero, aunque ambos conceptos estén relacionados, son dos términos diferentes 

Por El Litoral

Jueves, 14 de octubre de 2021 a las 01:00

Por M. Javier Arecco 
Profesor universitario, autor de varios libros y artículos sobre recursos humanos, liderazgo y cambio organizacional. Licenciado en Recursos Humanos, Magister en Psicología Organizacional, Coach internacional. Especial para El Litoral

La autoconfianza en vos mismo es la apreciación de las capacidades que tenés y se centra en las creencias respecto a la capacidad y la habilidad de triunfar en un contexto determinado. Mientras que la autoestima es el sentimiento de cuán valioso/a sos y se refiere a la apreciación sobre vos mismo/a.
Si no te quedó clara la diferencia, pongamos por ejemplo el de una persona que sabe que realiza muy bien su trabajo. No tiene ninguna duda de su gran capacidad. Gracias a esto, realiza su trabajo a la perfección, por lo que confía plenamente en sí mismo a la hora de realizar esta tarea, tiene una alta autoconfianza.
Pero si esta persona posee una baja autoestima, puede que cuando llega a casa tras un largo día de trabajo, piense: “no tengo pareja, ni consigo ahorrar dinero suficiente para comprarme una casa. Soy un fracasado/a con lo cual la imagen general que tiene sobre sí misma, es negativa.
Uno de los grandes teóricos de la autoconfianza es Albert Bandura, su investigación sobre el aprendizaje social de los seres humanos le permitió identificar otros componentes cognitivos que facilitan el proceso de cambio e influyen en la formación de intenciones y en la autorregulación motivacional. Uno de estos componentes es la autoeficacia percibida o la percepción de confianza en uno mismo.

¿Cómo mejorar la confianza en ti mismo?
1. Ser positivo . La baja autoconfianza suele ir asociada a pensamientos de fracaso y pensamientos negativos que median entre tú y tu entorno. Si estás constantemente repitiéndote que no estás a la altura, lo único que conseguirás es la “profecía auto cumplida”. Así que, incluso en los momentos poco agradables, se positivo/a.

2. Estate preparado. Puede ocurrir, que no tienes suficiente confianza en vos mismo. En este tipo de casos, lo que realmente funciona es prepararte bien para la situación, enfócate en eso, para que, cuando llegue el día, confíes plenamente en tus posibilidades. Sea lo que sea que este en tu lista de objetivos, estar bien preparado y sentir que dominas lo que haces aumenta tu autoconfianza.

3. Actúa. El motor de la confianza en uno mismo es la acción: si te atrevés a actuar, entonces ganas en autoconfianza. Bandura, en su teoría de la autoeficacia, nos habla de los “logros de ejecución”, es decir, las experiencias constituyen la fuente de información de autoconfianza más importante. Puede ocurrir que, incluso antes de actuar, y de manera inconsciente, ya estés visualizando el fracaso. recuerda: si no actúas, pierdes el 100% de las oportunidades de lograr lo que deseas.

4. Acepta tu pasado . ¿Y qué ocurre si actúas y te sale mal? Nada, los logros de ejecución son la percepción que tenemos nosotros mismos de nuestras victorias y fracasos. Con percepción me refiero a la valoración que haces de los eventos que han sucedido. Si ha salido mal, hay que aceptarlo y ver también los pequeños éxitos, que, seguro que los hay, incluso en los fracasos existe el aprendizaje.
El cambio tiene un papel importante en tu vida, y es que tengas la visión clara hacia dónde quieres cambiar, y además, es necesario que te prepares para enfrentar los cambios que no puedes controlar, incluyendo las adversidades. Para eso es necesario que fortalezcas tu autoconcepto a través de la virtud de la resiliencia.  Que es esa capacidad de enfrentar los cambios adversos y salir pronto de la zona de emociones negativas, tales como la depresión, la tristeza, la ansiedad, etc. El mundo en que vivimos se caracteriza por el cambio
A nadie le gusta la incertidumbre de lo desconocido. Esto se asocia al miedo a fracasar. Se tiene la sensación de no tener el control, asociamos el cambio con dolor y pérdida de lo que tenemos en la actualidad. Y esto puede bajar nuestro auto concepto personal.
A veces no se tiene claro a donde van nuestras vidas. Sin que suene a receta de cocina, compartiré algunos pensamientos que te pueden ayudar a reconocer primero tu miedo al cambio, y luego a ayudarte a aceptar esa incertidumbre como parte de lo que no puedes controlar. 
1. Valórate. Los conocimientos y recursos internos que tienes.  A veces sentimos que no podemos con algún cambio que implique un reto pero en realidad no lo puedes saber hasta que estás ahí, la mayoría de nosotros tenemos más talentos de los que nos reconocemos.

2. Expande tus límites.  Aunque pensemos que el límite está afuera, realmente ese límite está en tu mente, tú mismo te pones.   Nada podemos hacer en el afuera, no tenemos control sobre el otro, sino solo sobre nosotros.

3. Clarifica tus metas.   El cambio es el miedo hasta que se tiene una dirección, y esa dirección la dan las metas, ya que te obligan a pensar más en como llegarás a ese objetivo.  Por eso te pedimos que escriban sus metas, porque estas te darán una bitácora de vuelo para el cambio.

4. Preguntas poderosas. Aprende a hacer preguntas que te capaciten, y no las que te limiten, por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Por qué siempre me pasa esto a mí?” pregúntate “¿Qué de bueno puedo aprender de esto?”

5. Concéntrate en lo que puedes controlar.   Una buena filosofía para vivir bien, es poner atención en las cosas que puedes controlar, por ejemplo, tu actitud, tus habilidades. Aquí utilizo la palabra controlar como una elección y no como una tarea, declaro mi compromiso con algunos temas y no con otros.

6. Conocer más sobre personas que han logrado lo mismo que tú quieres lograr.  Todos necesitamos de modelos y de personas que nos pueden inspirar.  Pero son solo eso, modelos no trates de imitarlos, desarrolla tu propio potencial.

7. Reconoce tus fortalezas de carácter.  Antes de preguntarte que es lo que te falta para conseguir tu objetivo o para cambiar, descubre cuáles son tus fortalezas y ponelas en práctica.   Cada uno de nosotros contamos con algún talento, recurre a él. 

8. No busques la solución perfecta.  En ocasiones es mejor lograr una meta, aunque no tenga todas las características perfectas que pensaste al principio. Todo es paso a paso sin apuros entendiendo la velocidad del cambio. 

9. Resiste las críticas. Aunque avises que cambiaras la gente al principio te ayudara, pero cuando vean que realmente cambias, puede que algunos no te comprendan, y te critiquen, bueno puede ser un buen indicador.

10. Declaraciones poderosas. También es posible declarar un basta para algunas cosas que no querés más en tu vida. Cosas como relaciones, comunicaciones, situaciones que son tóxicas. Declaremos un basta como persona nueva, comuniquémoslo, hagámonos fuertes sobre la apatía y la adversidad, si miedo. Vean el miedo como algo que está en sus mentes.

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