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/Ellitoral.com.ar/ Sociedad

“Por lo menos este mes no hagamos reuniones sociales para frenar los contagios”

Trabaja desde el primer día en el hospital de campaña. Insistió en que hay desgaste en el personal de salud y que el recurso humano, sobre todo el terapista, es finito. Llamó a la población a cuidarse en el momento más complicado de la pandemia. 

El médico infectólogo Fernando Achinelli está en la primera línea del equipo de salud que lucha contra el covid desde marzo del año pasado. Habló del personal que está con un “estrés permanente” y pidió la colaboración de la comunidad para evitar que la curva de casos siga en aumento. 

Esta es parte de la entrevista que el infectólogo mantuvo con los periodistas Eduardo Ledesma y Carlos Simón en el programa Final Abierto:

—Este último tiempo, lo podríamos denominar como una guerra…

—En las últimas semanas estamos experimentando esto que algunos definen como la segunda ola, otros podemos decir un tercer rebrote muy ampliado de la primera ola. Pero, en definitiva, el aumento progresivo de casos en toda la Argentina, por supuesto en nuestra región, y eso nos preocupa a todos.

—Con respecto a los recursos humanos, ¿cómo está el personal de salud que está trabajando en el campaña?

—Primero contarles que este grupo de salud que está trabajando en el campaña desde el 11 de marzo que comenzó en el Hospital Llano con los primeros equipos que se armaron y a lo largo de este año han adquirido mucha experiencia. Pero como siempre digo, es un personal que está con un estrés permanente, que viene trabajando hace un año intensamente.

Además, tenemos un staff permanente del hospital de campaña y otro staff que se compone de médicos que vienen de los distintos hospitales, ya sean el Vidal, el Escuela o el Llano, y es un recurso que es finito, sobre todo en la terapia intensiva.

—¿Qué quiere decir con que el recurso es finito?

—Es que la especialidad en todo el mundo, así como en Argentina, es un material con pocos intensivistas y eso hace que sea un material que debemos de cuidarlo, hay que decirle a la sociedad que necesitamos que se cuide y nos ayude para que todos no se contagien a la misma vez, porque eso hace que muchos ingresen a la terapia intensiva y necesiten la ventilación mecánica.

—¿Cómo hacemos cuando esa capacidad sea requerida y el personal sigue siendo finito, tienen un plan de contingencia si sucede eso?

—Sí, ya en la primera fase, cuando trabajamos en el Hospital Llano, se convocó a distintos médicos de terapias intensivas del interior, con experiencia en el trabajo de la terapia intensiva, y eso hace que sepamos que tenemos un back up para reponer o aumentar el recurso humano en el hospital de campaña.

Es muy importante decir a la sociedad que nos ayude y que necesitamos que cumpla las medidas sanitarias, porque ¿cuál es el riesgo del colapso en cualquier sistema de salud? Que muchas personas a la vez se contagien.

Por ejemplo, que se contagien cien personas, creemos que el 75 por ciento va a cursar la enfermedad de manera leve y del 25 por ciento, prácticamente el 15 va a necesitar una internación en sala de clínica, y de un 10 a 13 por ciento requerirá terapia intensiva.

Ahora, si en vez de cien tenemos mil por día, eso va a ir aumentando exponencialmente la internación en nuestro hospital y en la terapia intensiva, y eso es lo que queremos evitar. Lo que ya dijimos al comienzo de la pandemia, ralentizar la curva, porque la curva está muy empinada y los casos están creciendo en todo el país muy rápidamente.

—Quisiera preguntarle sobre cuestiones personales que han sido situaciones límites…

—Todos hemos perdido un familiar, amigos y personas que trabajaron a lado nuestro a lo largo de esta pandemia, y eso hace que uno muchas veces tenga ese mensaje de llamado de alerta para la población.

Porque ver morir personas, como siempre digo, nosotros hemos visto entrar al hospital familias enteras, hasta tres o cuatro miembros de una familia y de dos a tres personas de ese círculo morirse en el campaña.

Obviamente que, por la confidencialidad, nadie sabe sus historias, pero nosotros los médicos que trabajamos ahí conocemos el testimonio desgarrador, que un familiar muera en terapia intensiva y el otro familiar está en clínica.

—Actualmente cuentan con una protección (la vacuna) que no tenían el año pasado, pero eso no los exime del equipamiento médico, ¿Cómo es trabajar en el hospital de campaña?

—El objetivo principal de la vacuna, como sabemos, es evitar las formas graves de la enfermedad, por eso el personal de salud se debe seguir cuidando para revisar y entrar en esa sala, que es una bomba biológica, porque son 150 pacientes internados que están con viremia activa, que nos equipamos con lo que denominamos materiales de protección.

Lo defino como una guerra porque es todos los días recibir veinte pacientes ingresando al campaña, ya sea en sala de terapia intensiva o internación en clínica, o en la emergencia. Eso hace que el trabajo sea muy intenso, por supuesto, con un equipo que está trabajando hace un año todos los días, los siete días de la semana.

—¿Qué siente como médico ante la situación de descuido de la sociedad?

—En general, los compañeros que trabajamos en el hospital de campaña siempre pedimos empatía con el sistema de salud y comprendemos que todos estamos con cansancio mental, psicológico, con respecto de estar un año transitando la pandemia.

Pero muchos de los que estamos ahí lo tomamos como una vocación de servicio y lo que hacemos es trabajar, nos ponemos el chip de trabajar y no mirar ni redes sociales, donde puedan aparecer estas cosas, porque muchas veces da mucha bronca.

—Nos habló de bronca, impotencia y hasta falta de empatía, “porque yo me estoy rompiendo el alma y ¿afuera?”...

—Eso lo trabajamos con el equipo de salud mental del hospital, que nos da un gran apoyo en ese sentido y yo siempre digo, hay un 30 por ciento de la población que no acompaña ninguna de las medidas, entonces a ese porcentaje es donde debemos insistir, desde el lugar que nos toque. Que por lo menos este mes no hagamos ningún tipo de reunión social para poder frenar el aumento de los casos.

—¿Por qué este mes especialmente?

—Este mes por todo lo que hemos vivido en los últimos quince días, que pueden subir los casos exponencialmente y esto, a la vez, puede ser una cadena que vaya contagiando los casos. El tan famoso R que siempre lo denominamos, que tiene que ver con la tasa de incidencia de los casos que aparecen cada catorce días.

—¿Podemos estar en momentos más complicados de los que ya hemos vivido o estamos viviendo?

—Es lo que esperamos en todo el país, en los próximos catorce días.

—¿Por el efecto de Semana Santa?

—Por todo el movimiento, no solo de semana santa como ese 30 por ciento de la población que no acompaña las medidas. Siempre digo, una persona que va a un encuentro social, sea joven o adulto, y vuelve a su casa donde están los padres, adultos mayores o los hermanos, contagia a todo el núcleo familiar y eso a la vez se va multiplicando.

Lo otro que debemos atender es que estas otras variantes no ingresen a Argentina, esto es muy importante; se están vigilando las fronteras con los hisopados PCR para evitar que estas variantes prevalezcan por sobre la original de la variante de Wuhan. Esto pone en riesgo la posibilidad de reinfección en los que ya tuvimos covid-19 y enfrentarnos a esas variantes y reinfectarnos o la posibilidad del escape inmunológico con las vacunas que no puedan tener la eficacia necesaria para no tener formas graves. Eso es un gran desafío que estamos actualmente transitando.

—Un mensaje a la sociedad, porque parece que hay un sector que no entiende…

—A toda la sociedad, decirle que necesitamos desde todo el sistema de salud que nos den su responsabilidad, como el uso de barbijo, el distanciamiento social, evitar las reuniones sociales, respetar las burbujas familiares, la higiene de manos frecuente, para que podamos atender a todas las personas en el hospital de campaña; para que el sistema de salud no entre en un colapso sanitario.

Hasta que no le toca a uno, muchas veces no lo vive, y es muy importante que nos les pase a cada uno de ustedes.

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