Daniel Funes de Rioja, abogado y representante de la industria alimenticia, tuvo una ceremonia accidentada como nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA). La nueva lista de unidad que encabeza Funes fue duramente cuestionada por José Ignacio de Mendiguren, ex titular de la UIA y actual funcionario del Gobierno, como presidente del estatal Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice).
“Es importante que a la UIA le demos transparencia en un debate interno. En este proceso eleccionario no lo ha habido”, dijo Mendiguren, en una intervención donde dio rienda suelta a su experiencia parlamentaria (fue diputado por el massismo) y en la cual acusó sin vueltas a Paolo Rocca, titular del Grupo Techint, de haber “vetado” su participación en el nuevo Comité Ejecutivo de la UIA.
La asunción de las nuevas autoridades se hizo durante una reunión del Consejo General de la UIA, que por la pandemia se concretó vía zoom. Pero la distancia que impone ese formato se hizo trizas cuando Mendiguren pidió la palabra, y dijo que había conversado largamente con Funes su posible incorporación en el Comité Directivo de la UIA, que es donde se suelen tomar las decisiones de “mesa chica”. Pero que en las últimas semanas, Funes ya no le devolvía los mensajes.
“Quería saber quién y por qué se me vetaba”, dijo Mendiguren. “Por eso llamé a Fita, a Cilfa, a Adefa, a la Cámara Plástica, a Adimra, Calzado, las provincias, etc. Mis colegas saben que es así. Ninguna de estas entidades habló de un veto. Me quedaba una sola empresa, que sería la del veto, que todos sabemos. Y llamé al señor Paolo Rocca. Lo llamé diez veces. ¿Saben por qué? Porque muchas veces el señor Paolo Rocca me llamó a mí como presidente de la UIA, para que le resolviera enormes problemas que tenía con el Gobierno nacional (de Cristina Kirchner) y lo hice. No tuve respuesta”, agregó.
(JML)