El desafío de emprender en pandemia: Tatú, la nueva marca que se afianza en Corrientes

¿Quién se atreverá a poner límites al ingenio de los hombres?

Galileo Galilei

Desde el miércoles, Corrientes tiene un nuevo supermercado mayorista en pleno centro, en San Lorenzo 1050. Es la segunda sucursal de Tatú, un emprendimiento familiar que nació en 2020, días antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara pandemia al covid-19. 

Qué hace distinto a Tatú de otras marcas locales. Por qué resulta una novedad la apertura de una nueva sede del comercio. Cómo es posible que en plena crisis sanitaria, Corrientes pueda mostrar un nuevo emprendimiento que creó cientos de fuentes de trabajo directas y otras miles indirectas. Qué pasa por la cabeza de quien enfrenta el desafío de avanzar en medio de la tormenta. Esas preguntas responde Juan Romero Pucciariello, el creador de Tatú, el supermercado mayorista que descubrió otra manera de vender en una ciudad donde las ofertas del rubro no escasean.

—¿Cómo nace Tatú?

—El primer emprendimiento (Roca 1050), nació el 12 de marzo de 2020, una semana después, el 19 de marzo, se declaró la cuarentena por el covid-19. Estábamos desorganizados, pero fuimos acomodándonos, dentro de lo que el mercado nos pedía. Realmente fuimos aprendiendo.

—¿Qué aprendieron?

—Aprendimos qué necesitaba la gente, qué requería. A los correntinos les gustó la propuesta: éramos el primer mayorista en el centro, lugar al que viene el 80 por ciento de la ciudadanía. 

Aprendimos a exigirnos más. A mirar más a la gente, a buscar soluciones para lo que necesitaran. 

—¿Qué diferencia a Tatú?

—El trato. La atención personalizada. Lo familiar. Acá podés venir con la familia, hay estacionamiento cubierto, 550 metros cuadrados. Podés buscar y encontrar lo que necesitás, sin demoras y al momento que te quieras ir, tampoco debe haber demoras.

Conozco a todos los clientes que alguna vez pasaron por la sucursal de Roca. Con los proveedores somos más exigentes, nos identificamos por ser muy minuciosos en la elección de los productos que vendemos a la gente.

Tratamos de no relajarnos, de insistir en la comodidad y de superarnos cada día. El cliente debe ser atendido como se merece, siempre.

—¿Por qué una segunda sucursal en plena pandemia?

—Porque a la gente le gustó nuestra propuesta y nos acompaña. Porque la novedad de un supermercado mayorista en pleno centro representó una manera distinta de comprar, de acceder a otros beneficios, de estar con la gente. Además es una buena noticia después de un año de pandemia, con lo malo que eso acarreó y la manera en que impactó en el empleo a nivel general. Esto ayuda a sentirse mejor a todos. 

—¿Fue más difícil avanzar en la segunda sede? 

—Ya tenemos experiencia y a la gente le gusta nuestra propuesta. Pero nos entretuvimos con las ideas del proyecto. Las cámaras de frío tienen un ingreso independiente interno, para evitar que los repositores y los clientes se incomoden. Todo se repone sin tener que pasar por el local de ventas, en lo que hace a lácteos, congelados y carnes, producto cotizado en el mercado por su calidad y que proviene de  Abastecedora Calchaquí, de Canciani.

Además hay un sala independiente para el lavado y empaquetado de frutas y verduras, para que siempre sea cómodo y fácil encontrar estos productos, que se diferencien.

Debo agradecer de manera especial al estudio de arquitectura Chiodi/Robeff por los diseños, el trabajo, la profesionalidad.

—¿Es Tatú formador de precios?

—Estamos muy lejos de serlo. Para nosotros, el precio lo forma la gente que nos elige. Nosotros hacemos una propuesta y ellos lo toman o no. El que forma precio es el consumidor. Acá viene gente de toda la ciudad.

—¿Los trámites de las habilitaciones demoraron la apertura?

—En absoluto. Hubo una rápida respuesta y los organismos municipales estuvieron a la altura, es algo de destacar.

—¿Alguna proyección a futuro, nuevas sedes?

—Ya estamos pensando en la tercera sucursal, que la imaginamos con el Paraná de fondo, tal vez. Y quizá una cuarta sede cruzando el puente o en el interior de Corrientes. Ya veremos. Ahora, además, nos gustó la idea de incursionar en panificados propios y muy pronto habrá novedades al respecto. 

Me queda sólo agradecer a todo el personal, a mi familia, a mi esposa Andrea, a mi amigo Lucio Cornejo, a los proveedores, a todos. A la familia Laurenzana, sin cuya colaboración esto no hubiera sido posible.

Inauguramos una nueva sede, con la misma impronta de servicio, de una atención personalizada para cada cliente.

Para finalizar, el ideólogo de la cadena de supermercados mayorista, Juan Romero Pucciariello, devela la razón por la que decidió denominar Tatú al emprendimiento. “Es un animalito autóctono, de la zona. Que genera sentido de pertenencia y es muy fácil de recordar. Cariñoso”.