El defensor del seleccionado argentino campeón del mundo en Qatar, Lisandro Martínez, regresó ayer a su ciudad natal, Gualeguay, Entre Ríos, donde fue agasajado por una multitud que colmó las instalaciones del predio de la Costanera, y el actual jugador del Manchester United inglés confesó que “después de ganarle a México” los jugadores entendieron que con los hinchas formaban “un solo equipo”.
“Cuando vuelvo a Gualeguay me emociono mucho, y más cuando recuerdo a mis abuelos que ya no están”, expresó Martínez, que el próximo 18 de enero cumplirá 25 años, y esto despertó la primera gran ovación de los concurrentes, que taparon el bache generado por los sollozos del ex Newell's Old Boys y Defensa y Justicia.
“Estoy muy feliz de cerrar los festejos en mi casa”, expresó Martínez, sobre un gran escenario montado para la ocasión en medio del parque Quintana, al que se accedía subiendo las escaleras del anfiteatro costero.
El conductor del acto y “entrevistador” de Martínez fue el periodista Paulo Kablan, oriundo también de esta ciudad entrerriana.
“Sentí una emoción enorme y un gran orgullo cuando entré al estadio Lusail, de Doha, por primera vez”, reconoció el futbolista que se ganó un lugar en la selección dirigida por Lionel Scaloni a partir de sus gran rendimiento en Ajax, de Países Bajos, lo que le valió también ser contratado por Manchester United, donde sus hinchas lo ovacionan de continuo al grito de “argentino, argentino” y ya lo rebautizaron “El Carnicero”, por la fiereza de su juego.
“Después de perder ese primer partido con Arabia Saudita tuvimos la humildad de fortalecernos en la derrota”, destacó el zurdo que precisamente por su nivel actual le dio a Scaloni la posibilidad de armar una línea de tres defensores muy confiable durante varios tramos de la Copa del Mundo.
Posteriormente llegó la hora de devolver reconocimientos, entrecruzarlos con los que le llegaban de sus conciudadanos gualeguayos, y en ellos incluyó a su familia.