Avenida Rivadavia 1829. El piso del centenario edificio vecino a la Confitería del Molino aún huele a pintura. Sin embargo, Martín Lousteau apuró el estreno de la sede de su fundación (se llamará Argentina Porvenir) para definir con su mesa chica que no podían estirar más el suspenso sobre una candidatura nacional o local. Y en vista de la decisión del larretismo de darle aire a Jorge Macri en la Ciudad, por unanimidad legisladores y funcionarios porteños de la UCR coincidieron en que era hora de inscribir al senador en la carrera a la Jefatura de Gobierno.A las 48 horas, Lousteau hacía su primera salida de campaña. Hace una semana visitó una plaza histórica de Floresta. Ayer tenía programada la segunda escala, pero lo traicionó el covid, justo la noche de su intervención que más viralizaron las redes: cuando le hizo confesar en el Senado a un director del Banco Nación que Néstor Kirchner y su hija Florencia fugaron divisas -mediante el envío de regalías de Santa Cruz al exterior y el depósito de millones de la herencia en cajas de seguridad, respectivamente- tal como el cristinismo le atribuye a ex funcionarios de Cambiemos.
El retiro del líder de Evolución de la carrera presidencial fue precedido por otra confesión: la del Alfredo Cornejo admitiendo que se veía más cerca de ir de copiloto en una fórmula mixta, encabezada por un halcón del PRO. Mencionó a Patricia Bullrich, pero en su equipo analizan que la última palabra la tendrá Mauricio Macri, a quien el mendocino tiene embelesado desde que le probó que tenía razón en iniciar su gestión de gobernador en 2015 con medidas duras.
El entonces presidente le aconsejó no insistir con el "ítem aula" (pago de presentismo) que lo enfrentó de arranque con los docentes. Pero el ausentismo bajó, Cornejo terminó el mandato con alta imagen...y del final de Macri ya se sabe.
Toda esa introducción para demostrar, cual tesis doctoral, que en el radicalismo quedan sólo dos presidenciables en pie, Gerardo Morales y Facundo Manes, a diferencia del PRO, que cuentan con una mayor cantidad de potenciales aspirantes y esa situación crispó en las último días el ambiente partidario. Tanto que Bullrich trajinó una semana importantes despachos en Estados Unidos y Macri logró eclipsarla con una simple foto junto a Donald Trump.