Mientras el Gobierno confía en que Bolivia pueda este año cumplir con el compromiso de mandarle más gas a la Argentina, analistas y empresarios advierten que, en caso de que se decidiera priorizar el abastecimiento domiciliario en detrimento de la industria, la recuperación prevista para este año quedaría resentida. Además del impacto en la actividad del sector que más empleo genera, alertan que un escenario de eventuales cortes de gas en las fábricas podría generar más inflación.
El viernes pasado, el presidente Alberto Fernández y su par de Bolivia, Luis Arce, firmaron una declaración conjunta en la que el país vecino se compromete a enviar este año 14 millones de metros cúbicos de gas por día, y a su vez incrementar sus envíos en caso de tener excedentes, que podrían ser otros 4 millones más. La cifra equivale a 10% más que el promedio del 2021 y el doble de lo que está enviando en 2022.
Al respecto, Martín Bronstein, del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceeps), explicó a Ámbito que desde su perspectiva “es posible que Bolivia pueda cumplir con el compromiso”. “En Brasil se registraron lluvias y eso va a hacer que demande menos gas y ese sobrante va a ser para Argentina”, señaló el analista del Ceeps. “Lo más importante de ese acuerdo es que Bolivia estaba mandando la mitad de lo que tenía comprometido y ahora eso se revirtió e incluso nos tienen que mandar más”, agregó Bronstein.
El anuncio realizado por los mandatarios no es el acuerdo en sí. Ahora las autoridades energéticas de ambos países tienen que trabajar en los aspectos técnicos. Se trata de incluir una adenda al acuerdo firmado durante el gobierno de Mauricio Macri que establece envíos incrementales hasta 2025. El problema fue que debido a la sequía que afectó la capacidad de generación de Brasil, este país empezó a comprarle al mismo proveedor que Argentina. A su vez, el gobierno boliviano prefirió pagar la multa a Argentina por incumplir el contrato y venderle a Brasilia porque aún así la ecuación económica le era favorable. Entre los especialistas existen dudas respecto de la real capacidad de Ypfb para poder incrementar su producción, que en los últimos años viene declinando.
(AG)