Afortunadamente era domingo a la madrugada y los niños no estaban en el jardín de infantes “La Rayuela”, de Villa Fiorito, en el partido Lomas de Zamora. El delincuente ingresó por el vidrio de 30x30 centímetros de una puerta: “No pasaba ni un plasma y en el intento perdió la gorra”, dijeron las fuentes. En el interior de la escuela, una sargento de la Policía Bonaerense, que realizaba un servicio adicional, dormía cuando se despertó abruptamente: el hombre que sigilosamente se había colado por un cuadrado de vidrio intentaba robarle el arma reglamentaria. Hubo un forcejeo, tiros y el sospechoso murió.
Fuentes de la investigación informaron que todo sucedió a las 2.30 de este domingo en el cruce de Figueredo y Gabriel Miró, en la zona Sur del Conurbano bonaerense. En ese lugar se encontraba la sargento del Comando de Patrullas de Avellaneda que llevaba a cabo un servicio adicional.
“La oficial tiene 37 años y está con asistencia psicológica. Estaba durmiendo en el sector que tiene destinado para hacer de serena cuando la despertó el sospechoso, que pretendía robarle el arma. Se investiga si sabía que ella estaba ahí y fueron por su pistola, porque por el lugar que ingresó al jardín no pasaba ni una CPU”, describieron las fuentes consultadas por este medio.
Cuando la sargento se dio cuenta de la intrusión en el jardín y en su cuerpo, comenzó a forcejear con el ladrón y le disparó con su pistola Bersa Thunder Pro calibre 9 milímetros: los balazos hirieron al delincuente en la mano izquierda (muñeca y uno de sus dedos) y en una de sus piernas. “Ante esto, el ladrón salió corriendo pero no abandonó el jardín, y sorprendió a la policía, que gritaba pidiendo ayuda, en la cocina”, ampliaron.
Ese cruce fue fatal. El delincuente portaba un revólver calibre .32 y le apuntaba a la mujer: “Ella le dio la voz de alto, pero él no acató y le disparó nuevamente: los dos tiros fueron al pecho. El delincuente murió en el lugar”, resumieron las fuentes consultadas por este medio. Tenía 20 años.
Alertado de lo ocurrido, personal de la Comisaría de Villa Fiorito, Policía Científica y del Same se trasladaron hasta la escena del crimen, donde constataron la muerte del presunto ladrón. Debajo del cuerpo del sospechoso, los peritos secuestraron el revólver. A su vez, establecieron que el fallecido había ingresado al jardín de infantes a través de un pequeño cuadrado de vidrio de la puerta ventana, tapada por sillas.
“La identidad del sospechoso recién se pudo establecer al día siguiente, cuando una mujer se presentó en la Comisaría 5ª de la zona por un pedido de paradero. El comisario se dio cuenta enseguida de que se trataba del delincuente abatido por la policía en el jardín, y le recomendó que fuera a la Morgue. Allí, efectivamente, reconoció a la víctima como su hermano”, concluyeron las fuentes consultadas.
(EN)