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BJ, el camionero que hacía justicia al volante de una mole de acero

En una época en que las series televisivas incluían personajes mecánicos de presencia estelar, las aventuras de BJ marcaron un hito al sumar como protagonista a un enorme camión Kenworth semirremolque. Un gigante rojo y blanco que se volvió inolvidable.
 

Por El Litoral

Sabado, 06 de agosto de 2022 a las 01:00


José Luis Zampa

Los niños de los años 70 y 80 tuvieron como héroe televisivo a un camionero que trascendió las fronteras de Estados Unidos para instalarse como ícono mundial de las aventuras ruteras tan en auge por aquellos tiempos. Se trata de BJ McKay, el intrépido conductor de un despampanante Kenworth K100 Aerodyne que, junto con el chimpancé Bear, hacía justicia en situaciones que conjugaban la acción y el humor en partes iguales.
“BJ and the Bear” (conocida en la Argentina como “Las aventuras de BJ”) fue una sitcom estadounidense que se emitió solamente tres temporadas, desde 1979 a 1981, suficientes para que la historia alcanzara fama global gracias a la perfecta conjunción de tres ingredientes a saber: el carisma del protagonista, el actor y cantante Greg Evigan, la simpatía del mono que oficiaba de copiloto, y la espectacularidad de un camión que, pintado de rojo y blanco, se convirtió en el sueño dorado de los chicos de hace cuatro décadas.
En las décadas del 70 y el 80, las producciones televisivas de las factorías norteamericanas apelaban al magnetismo de distintos modelos automotrices con los que rodaban en locaciones exteriores, generalmente rutas, por lo que “BJ and the Bear” no fue una excepción sino parte de una tendencia generalizada de la época.
La serie del camionero y su mascota primate coexistió con “Starsky & Hutch” (y su famoso Ford Gran Torino rojo y blanco), “Los Dukes de Hazzard” (con otro deportivo célebre como el Dodge Charger bautizado “General Lee”) y “Chips Patrulla Motorizada” (en la que dos policías, una vez más uno morocho y el otro rubio, conducían motocicletas Kawasaki KZ1000 Police).
Finalizada la última temporada de “BJ”, el productor Glen Larson (creador de la mayoría de estas realizaciones televisivas tan entrañables) continuó con la misma estrategia a través de “Magnum”, con Tom Selleck al volante de una fantástica Ferrari 308; “Automan”, en la que un Lamborghini Countach se transformaba en holograma junto con el actor Chuck Wagner; y “Knight Rider” (conocida en la Argentina como “El auto fantástico”), con David Hasselhoff y un tecnológico Pontiac Trans Am llamado “Kitt”.
Pero volvamos a “BJ”, que como particularidad no tenía autos sino un enorme camión semirremolque capaz de desempeñar todo tipo de maniobras en situaciones de escape o persecución, con la contrafigura encarnada por el inefable comisario Lobo (personaje que logró trascender al punto de tener su propia serie, protagonizado por el actor Claude Akins).
El Kenworth de la serie, entregado a la cadena televisiva NBC por la fábrica norteamericana como estrategia de marketing, llevaba un motor Cummins de 400 caballos acoplado a una caja de cambios de 10 marchas, con lo cual podemos decir que era una verdadera bestia de acero con potencia suficiente para acelerar y doblar a velocidades vertiginosas, además de un detalle no menor: siempre, en todos los capítulos, fue conducido por el propio Greg Evigan.
Es decir que el mismo actor que encarnaba a Billie Joe Mckay (el nombre completo del camionero BJ) era el encargado de llevar el camión a altas velocidades, en curvas, pendientes y hasta en el hielo, como tuvo que hacer en la filmación de un capítulo sobre las nevadas rutas de Reno, con el chimpancé, el sonidista, el apuntador y la actriz principal a bordo.
El propio Evigan, citado en un informe del diario La Nación, relató que en esa oportunidad temió un accidente al sentir que “era imposible llevar el camión sobre la carretera, ya que se deslizaba constantemente sobre el hielo a pesar de que llevaba cadenas”. Y agregó: “Por suerte no llevaba el tráiler enganchado, iba conduciendo solamente el vehículo tractor, lo que me permitió controlar el camión en aquel camino de montaña. Todo eso quedó filmado y me dijeron que fue mi mejor actuación, pero el miedo fue real”.
BJ McKay dejó de aparecer en la televisión norteamericana a fines de 1981, pero el programa continuó siendo emitido entrados los años 80 en distintos países como la Argentina. Es por eso que en nuestro país el Kenworth a escala, comercializado por la firma de juguetes Galgo, se transformó con el correr de los años en un preciado objeto de colección y, hasta el día de hoy, muchos de aquellos niños que ya peinan canas, al ver un camión parecido en las rutas, suelen exclamar: “¡El camión de BJ!”.

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