El jueves a la siesta el niño de 5 años Loan Danilo Peña, desapareció en un monte cercano a la casa de su abuela en Paraje Algarrolbal a unos 7 kilómetros de 9 de Julio, después que fue a tomar naranjas, y fue como si se lo "tragó la tierra".
Hay dos hombres y una mujer demorados, que fueron los últimos que estuvieron con él y también está en el ojo de la Justicia un Volkswagen Boyage color gris, ya que una de las hipótesis que se maneja es que pudieron haberlo trasladado en ese vehículo.
Sin embargo la mayor energía está puesta en tratar de encontrarlo en los espesos e impenetrables montes o lagunas.
Arribó ahora al centro de operaciones, personal técnico y especializado del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu), llegados desde el Ministerio de Seguridad de la Nación.
También llegaron al lugar que queda a unos 180 kilómetros de la Capital correntina, el ministro de Seguridad Buenaventura Duarte, el subsecretario de Seguridad Osvaldo de los Santos García y el jefe de la Policía Alberto Arnaldo Molina, quienes dieron expresas directivas para acelerar los trabajos.
Desde la fuerza provincial detallaron que son 300 efectivos los que por estas horas rastrillan cada centímetro del lugar, sin obtener un resultado concreto.
El subdirector de Defensa Civil Bruno Lobinson, en contacto con El Litoral admitió que "es la primera vez que me toca intervenir en un caso con características tan extrañas y desconcertantes como este".
Planteó que "hemos realizado búsqueda por unas 3100 hectáreas de campos con 500 o 600 personas, tanto de la Policía, Bomberos de toda la provincia y un gran número de vecinos de 9 de Julio".
Cabe señalar que la población está muy consternada con lo ocurrido porque nunca sucedió un hecho como este y en las calles se tejen cientos de conjeturas que se mezclan entre lo real, espiritual y hasta mitológico.
"En verdad es muy raro todo, porque los perros rastreadores hallan un rastro, lo siguen muy entusiasmados y de pronto lo pierden, y otra vez todo queda en la nada", describió Lobinson.
Otro dato no menor es que el Ministerio de Seguridad de la Nación activó el Alerta Sofía para promover la búsqueda del menor. En tal sentido la Coordinadora de Búsqueda de Personas Desaparecidas del ministerio de Seguridad de la Nación, Leticia Risco, detalló que la alerta dura 24 horas y se puede extender por otras 24. “Cuando no surge ninguna hipótesis de la investigación, después de un día intenso de búsqueda, se activa la alerta”, explicó. Y agregó que por la corta edad del chico podría estar perdido, “en un lugar inhóspito”.
Desde ese jueves a la noche, ya empezaron a trabajar con drones con visión nocturna que fueron enviados desde la Jefaura de Policía. Fueron dos noches (y este sábado y madrugada de domingo la tercera) que siguen con los rastrillajes.
Por el gran número de buscadores, los insondables y misteriosos montes nocturnos, se vuelven iluminados porque las personas están decididas a continuar con las exploraciones, hasta dar con el niño.
La esperanza de toda la población -mucho más de su familia- se reavivó cuando el viernes a la siesta encontraron una zapatilla hundida en el barro, a unos 3 kilómetros aproximadamente del lugar donde desapareció. Según las fuentes, en el terreno fangoso quedaron además las huellas de las pisadas de un niño, una de las cuales era en pie descalzo y la otra con un calzado.
Tanto María Noguera como José Peña, los padres de Loan, coincidieron en que la prenda era de su hijo.
Esa situación marcó un cambio de rumbo en la búsqueda que se volcó hacia ese sector. Lamentablemente, sin novedades.
(WA)
