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Un Aedes Aegipty gigante será incinerado en la tradicional quema de muñecos

Este año el protagonista de la festividad es un mosquito de 2 metros de alto y hasta 3 metros de largo que simboliza al transmisor del dengue que causó estragos en Corrientes. 

Por El Litoral

Sabado, 22 de junio de 2024 a las 20:13

La festividad de San Juan Bautista es una de las tradiciones religiosas y culturales más importantes de la ciudad de Corrientes y este domingo por la noche se realizará la tradicional quema de muñecos. Este año, un mosquito de más de 2 metros de alto y hasta 3 metros de largo que simboliza al Aedes Aegipty -transmisor de la enfermedad viral que causó estragos en la provincia- será incinerado para alejar los males y atraer buenos augurios. 

La quema de muñecos en la fiesta de San Juan Bautista es una tradición popular y este año el protagonista es un mosquito gigante que será quemado apenas marque las 00 de este lunes. Con la intención de alejar los males que causó la enfermedad del dengue en Corrientes. 

El párroco de la parroquia San Juan Bautista, Cristian Soto, señaló a El Litoral: “Son unas 7 personas las que participaron de la escuela de arte municipal, que es el organismo que se encarga hace años. Llevó 15 días de trabajo, ellos arrancaron a finales de la primera semana de junio y lo trajeron hace 4 días”.

Con cartón y tacuaras los artistas de la escuela de Arte Municipal de la Ciudad de Corrientes dieron forma a un mosquito de 2 metros de alto y hasta 3 metros de largo. El muñeco fue recubierto de papel de diario y papel film, materiales que permiten que una vez encendido el fuego arda con facilidad. Su confección completa llevó un total de 15 días. 

Esta costumbre suele llevarse a cabo en la víspera del 23 de junio, la noche de San Juan, y tiene diversos significados y simbolismos como la purificación y renovación. Se cree que la quema de muñecos simboliza la purificación mediante el fuego, marcando el fin del invierno y el comienzo del verano. También se asocia con la renovación y la eliminación de lo negativo para dar paso a lo nuevo y positivo.

De esta forma, se busca alejar los malos espíritus, enfermedades y problemas para atraer la buena suerte y la prosperidad. Además es una forma de celebración comunitaria, donde los vecinos del barrio pueden reunirse cerca del fuego, cantan y bailan. 

Cabe señalar que por cuestiones sanitarias, se dejó de celebrar el Tatá Yehasá en el que los fieles caminan por las brasas para demostrar la adoración al patrono de la ciudad. Esta tradición fue cancelada luego de la pandemia, por la cantidad de personas que terminaban con quemaduras en sus pies. 

“En el 2018 y 2019 hubo personas gravemente afectadas por quemaduras. Lo litúrgico se veía opacado ante lo artístico, entendemos que es una tradición fuerte, pero vamos a preservar la integridad de la gente”, había señalado, el párroco a este medio. 

(VT)
 

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