"Fue un momento muy triste", dijo el italiano sobre la suspensión del encuentro de vuelta en el Monumental. "No es una guerra, genera mucha emoción pero no deja de ser un partido", añadió.
Infantino, quien se encuentra en la Argentina desde la postergada final de la Copa Libertadores que iba a disputarse en estadio Monumental entre River y Boca, la semana pasada, participa oficialmente en la cumbre que se realiza en el predio de Costa Salguero.
El jueves también estuvo presente en la recepción oficial que el presidente Mauricio Macri le ofreció al primer ministro italiano Giuseppe Conte, en el Museo Casa Rosada, donde aprovechó para dialogar con el primer mandatario argentino.
Además, el suizo-italiano afirmó hoy que los incidentes previos a la postergación del partido "tienen que marcar un antes y un después" para las personas vinculadas al fútbol.