El ex presidente de Bolivia Evo Morales se atrincheró este viernes en su feudo cocalero del Chapare, en la provincia de Cochabamba, tras declararse “perseguido político”, y con sus seguidores en vigilia busca evitar su arresto después de no presentarse a declarar ante la Fiscalía, que lo investiga por presunta por trata, tráfico de personas y estupro.
La fiscal Sandra Gutiérrez dijo el jueves que, ante la inasistencia de Morales a una declaración para responder a las acusaciones, “corresponde sacar el mandamiento de aprehensión” sin precisar cuándo expedirá la orden. A través de sus abogados, Morales dijo que no se presentará a declarar “por falta de garantías”.
El ex mandatario vive en el Chapare, en el centro del país, donde todavía preside el mayor sindicato de cocaleros y se dedica a la cría de peces y a la siembra de arroz.
Incluso los sindicatos que apoyan al ex presidente emitieron un comunicado en el que llamaron a realizar “vigilias”.