El oficialismo inicia una semana clave en el Senado. No solo porque tiene aseguradas las derrotas con el proyecto que incrementa el presupuesto universitario y el DNU que le otorga fondos millonarios a la SIDE, sino que podría sumar un tercer traspié con la iniciativa que implanta la Boleta Única de Papel (BUP) como nuevo instrumento de votación.
A las 14 del próximo jueves, el recinto volverá a reunir al pleno de la Cámara alta tal como quedó pactado en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó el miércoles en el despacho de la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, en una semana que estuvo signada por las desprolijidades.
Hasta ése encuentro, la incertidumbre sobre la sesión era total a razón de que las tres temáticas socavaban intereses contrapuestos entre los diversos bloques senatoriales. Por un lado, el kirchnerismo pujó en soledad el martes y el miércoles para que se sesionara por el financiamiento universitario y el decreto de la SID, y propinarle así un golpe al Ejecutivo.
La BUP fue empujada por el Gobierno y Villarruel, y sería la única victoria pírrica que podría anotarse el Ejecutivo en su haber por tres motivos: el primero, es que no fue un proyecto del oficialismo. Segundo, porque desde Balcarce 50 aspiraban a una reforma electoral integral que involucre, por ejemplo, la eliminación de las PASO. Tercero, porque por las modificaciones deberá regresar a Diputados y recién ahí podrá anotarse el Ejecutivo, en tándem con Villarruel, el poroto de la victoria.