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El trasfondo tenso del saludo entre Milei y Lula, la advertencia sobre el Mercosur

El brasileño pasó un contratiempo antes de saludar a su par argentino, que cerró su liderazgo en el bloque regional con avances en las exenciones arancelarias y en materia de lucha contra el crimen organizado.

Por El Litoral

Jueves, 03 de julio de 2025 a las 12:48

El presidente Javier Milei cerró este jueves su presidencia pro tempore del Mercosur en una cumbre celebrada esta mañana en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería Argentina. Bajo un férreo operativo que se extendió por tres cuadras en la periferia del edificio, el mandatario recibió a los jefes de Estado Miembro y Asociados del bloque regional y cerró los avances negociados en los últimos meses por todos los países.

Milei fue recibido a las 9:20 de la mañana en la puerta del Palacio por su canciller Gerardo Werthein. Instantes después fueron arribando los distintos mandatarios y representantes de los integrantes del bloque, con los que se fue saludando con mayor o menor efusión, según el caso.

Recibiéndolo con abrazos y risas, se notó nítidamente la sintonía que Milei tiene con el paraguayo Santiago Peña, con quien tiene la relación más estrecha de todos los países que forman el Mercosur. Fue más modesto con el boliviano Luis “Lucho” Arce y el uruguayo Yamandú Orsi, ambos más cercanos ideológicamente al brasileño Lula da Silva.

La atención estaba centrada, justamente, en el saludo de Milei y Lula, sucesor como presidente pro tempore del bloque. Pesaba lo que había sucedido en el G20 de Río de Janeiro el año pasado, cuando ambos mandatarios mantuvieron un muy frío saludo. A un año y medio de haber asumido, el argentino todavía no tuvo una bilateral con su par de Brasil. Tampoco lo cree necesario, ya que delega las negociaciones estratégicas a sus funcionarios.

Lula fue el último funcionario en llegar, algo que estaba asentado en el cronograma del evento. Menos previsto era que se produjera un pequeño momento de tensión al momento de su llegada, el cual fue visto por todos en la transmisión oficial del evento.

Tan sólo al llegar y subir las primeras escalinatas del Palacio San Martín, Lula se detuvo junto a su canciller Mauro Vieira. Desde abajo, sus fotógrafos le gritaron que espere porque el personal de protocolo de Milei no los quería dejar pasar. Presidencia había establecido que los cámaras de las delegaciones podían sacar fotos en la tradicional Foto de Familia con todos los mandatarios y al comienzo de la Sesión Ordinaria, pero no en la foto individual con Milei.

Lula está acostumbrado a que sus fotógrafos estén presentes en este tipo de ocasiones y no le gustó la situación, por lo que se “empacó” unos minutos y no siguió subiendo para encontrarse con Milei. Habiendo pasado más de dos minutos, quien salió del salón donde se encontraba el Presidente fue el canciller Werthein, quien se encontró con Lula y logró llevarlo para el saludo.

El saludo entre Milei y Lula fue seco. Tenso, como se preveía. El argentino no atinó a esbozar una sonrisa en la foto oficial, mientras que el brasileño hacía gestos de cierto nerviosismo con la mano para pasar el momento de incomodidad. Con el paso de los segundos, ese clima comenzó a ablandarse y el libertario se tomó licencia para hacerle un comentario en tono jocoso. Ambos se despidieron estrechándose las manos. En el balance, fue mejor que el que se dieron en la Cumbre del G20.

Los consensos alcanzados en el Mercosur
Javier Milei encabezó la LXVI Cumbre del Mercosur y Estados Asociados y presentó un balance de la presidencia pro tempore de Argentina, delineando una agenda de reformas orientadas a la apertura comercial, la flexibilización arancelaria y la cooperación en seguridad regional; todos asuntos que buscó capitalizar como propios, marcándolos como un “cambio de paradigma” en el bloque.

A pesar de que el libertario reniega de las instancias multilaterales, Milei consideró que el diálogo y las conversaciones de todas las delegaciones sirvieron para mutar de “un Mercosur que de mercado y de común tenía poco” a “un bloque más libre en el que cada país pueda aprovechar sus ventajas comparativas”.

Uno de los anuncios centrales fue la conclusión de las negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), que se firmará en agosto en Brasilia. Además, se informó sobre avances en las negociaciones con Emiratos Árabes Unidos, la profundización del tratado con Israel y el acuerdo preferencial con la India, así como el inicio de conversaciones con El Salvador, República Dominicana y Panamá.

En el ámbito de la seguridad, Milei reiteró la urgencia de combatir el crimen organizado y el narcotráfico. “Propuse la creación de una Agencia del Mercosur contra el delito organizado transnacional. Se trata de un recurso que no puede esperar. Necesitamos actuar de forma urgente. No estancarnos en declaraciones ni dudas. Tenemos que transformar en hechos los compromisos asumidos por nuestros gobiernos”, señaló.

Todos estos asuntos lograron ser acordados entre espacios relativamente antagónicos en el Mercosur, configurados por dos polos: uno de Argentina y Paraguay y otro por Brasil, Bolivia y Uruguay. Sin embargo, la Casa Rosada no pudo colar en el documento final una fuerte denuncia contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela; por lo que Milei aprovechó su alocución para hacer mención al tema.

“Tampoco podemos hacer la vista gorda con los numerosos casos, de detenciones ilegales en Venezuela. Se trata de personas privadas de su libertad en violación de cualquier tipo de derecho y exigimos su pronta liberación; en particular, reiteramos nuestro firme reclamo por la inmediata liberación del Gendarme argentino Nahuel Gallo”, señaló el jefe de Estado.

Para finalizar su discurso, Milei aludió a la próxima presidencia de Lula. “Esperemos que acompañen nuestros pasos”, marcó, y deseó que para cuando Argentina vuelva a tener el liderazgo pro tempore del bloque, estos objetivos mencionados se pudieran concretar.

Sin mencionarlo explícitamente, el argentino ratificó que no buscará irse del Mercosur, algo que, de por sí, ya era prácticamente imposible porque para ello se precisa una ratificación parlamentaria de dos tercios. Aun así, dijo que si sus cambios se retrotraen, ahí sí pensará en irse o vaciar las funciones de Argentina en el bloque.

“Si los socios del bloque prefirieran resistir, persistir en un camino que no nos ha resultado, entonces tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad que nos unen. Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos, porque – como ya he dicho – Argentina no puede esperar”, concluyó.

Fuente: Infobae.

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