El obispo de San Isidro y presidente de la Comisión Episcopal Caritas, monseñor Jorge Casaretto uno de los prelados de mayor predicamento, manifestó -consultado por El Litoral- su deseo de que el magno acontecimiento religioso realizado en Corrientes derrame su bendición en la sociedad. “Que todo lo que aquí se dice y se vive se traduzca en verdaderos signos de reconciliación y solidaridad”, señaló dejando implícito la necesidad de poner en práctica lo que desde la Iglesia se predica.
Casaretto fue el encargo de dirigir junto a monseñor Carmelo Giaquinta (obispo de Resistencia) la comisión temática referida a la situación social. Fue el área que emitió el documento más fuerte del Congreso Eucarístico. Condenaban la exclusión social que sufren enormes bolsones de la población argentina. Sobre este punto, el Arzobispo de San Isidro y titular de Caritas, advirtió que el problama social “no se resuelve de un día para el otro, es un proceso lento que exige el compromiso de toda la sociedad”, para eso, remarcó “deben cobrar conciencia no solo las autoridades, también las instituciones intermedias y las familias, la solidaridad común es indispensable”.
Por otra parte, ayer en la misa de clausura, monseñor Charbel Marhi de la congregación Maronitas también reflexionó sobre la importancia del encuentro religioso y lo que significa para Corrientes haber sido sede. “Este Congreso es muy importante porque aviva la fe, se conserva el amor a Dios y se estimula la caridad”, afirmó.