Se trata de un comprovinciano, oriundo de Monte Caseros, que no se sabe a ciencia cierta si se encontraba en el boliche del barrio porteño de Once, República Cromagnón, o tan sólo fue un rescatista más de las cientas de víctimas del voraz foco desatado durante el inicio del recital de la ascendente banda de rock Callejeros. Lo cierto es que su papel en la tragedia cobró rótulo de héroe y el hermano de un chica rescatada -pero finalmente fallecida- agradeció el rol cumplido por el correntino.
Mediante un fax enviado a El Litoral en base a una misiva manuscrita, un chico de 17 años llamado Carlos López relató la historia mínima dentro de ese mundo desgarrador aparecido el 30 de diciembre por culpa de irresponsabilidades varias. Una hermana suya, y quizá él mismo, estuvo en el interior del boliche que ardió a causa de una bengala, y pudo ser sacada a la calle gracias al esfuerzo de Gerardo Richini.
Desde un locutorio de Capital Federal, ayer, el hermano de una de las 183 de las víctimas, solicitó a este diario que “agradesca a un muchacho correntino de la localidad de Monte Caseros, quien en la noche del 30, lo vi en forma incesante en más de una quincena de veces entrar y salir del boliche sacando jóvenes y niños. Este gesto lo quiero hacer público, ya que él fue quien sacó a mi hermana, la cual hoy ya no está con nosotros”. (sic).
En ese sencillo modo, el chico compartió su agradecimiento por el que consideró “el acto de amor que, puesto por él, deja bien en claro que cuando hay algún problema siempre hay un correntino que te va a ayudar”.
Actualmente el casereño se encuentra internado en la unidad coronaria del Hospital Fernández de Buenos Aires, con el número 31 de herido a raíz del luctuoso hecho. De acuerdo a datos que pudo recabar este diario, efectivamente Richini es de Monte Caseros, tendría unos 32 años, vive en familia y trabaja en Capital Federal y esporádicamente visita la ciudad fronteriza, debido a que tiene hijos allí.
DE SANTA LUCIA
Todo un testimonio de vida, otro correntino que pudo salir indemne del episodio en el boliche de Once, relató a la radio local Sudamericana que logró salvarse porque a poco tiempo de entrar pudo salir del local. Se trata de un hombre de 33 años llamado Fernando Medina, llegado a Capital Federal desde la localidad de Santa Lucía.
“Nos salvamos porque recién habíamos entrado y pudimos salir del local”, relató a la FM después de los momentos de furia vividos en el suceso que deja ya casi 200 muertos. De acuerdo al relato, su impresión más fresca era la de las personas que murieron “aplastadas”.
“A las 22,30 aproximadamente estábamos con un grupo de amigos en un lugar cercano brindando por el fin de año y decidimos ir a la disco para ver a la banda Callejeros. Cuando entramos, el cantante estaba pidiendo a la gente que no prendiera fuegos artificiales”, recordó Medina.
“Algunas personas no le hicieron caso y tiraron una bengala que impactó en una media sombra que estaba en el techo e inmediatamente se prendió fuego” indicó el muchacho para contar que a partir de ese momento el descontrol ganó la escena.