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Falleció un artífice de la carrera de periodismo en la Universidad

Por El Litoral

Lunes, 03 de abril de 2006 a las 21:00
Juan Manuel Lubary junto a la computadora en su lugar de trabajo. Añoraba la máquina de escribir, pero se adaptó al salto tecnológico y ensayó nuevos vuelos creativos: el último, un libro sobre periodismo que llegó a terminar, pero no fue editado.
A los 72 años falleció ayer a la madrugada Juan Manuel “Ton” Lubary, un periodista de larga trayectoria vinculado a los medios gráficos locales, que también se desempeñó como corresponsal de diarios nacionales y en programas radiales y televisivos. Inquieto y comprometido con la formación de las nuevas generaciones de periodistas, dejó un legado invaluable: fue artífice de la creación de la Carrera de Comunicación Social en el ámbito de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne).
De profunda formación cristiana, Lubary que era un católico practicante se desempeñaba también como responsable de la oficina de prensa del Arzobispado de Corrientes, donde conjugaba su profesión de fe y su vocación por el periodismo, que no abandonó ni aun pese a los achaques de la enfermedad que padecía.
Su aliento, en el último tiempo, estuvo dedicado a escribir un libro sobre periodismo que logró terminar. La muerte interrumpió la tarea, pero no tronchó la obra que seguramente seguramente se convertirá en otro legado.
Sus restos fueron velados en la Sala de Sepelios ubicada por calle San Juan casi Rivadavia de esta ciudad donde ayer, a las 18 el arzobispo de Corrientes, Domingo Salvador Castagna, celebró una misa para rogar por su eterno descanso. Hoy -martes- a las 10 en su tan querida Iglesia “Nuestra Señora de La Merced” se celebrará una misa de cuerpo presente y desde allí sus restos serán trasladados al al Cementerio “San Juan Bautista” donde serán inhumados a las 11.
Según informó el Arzobispado de Corrientes la familia de Lubary solicitó que no se acerquen ofrendas florales, prefiriendo que se hagan donaciones a Cáritas “La Merced”.
Juan Manuel “Ton” Lubary se desempeñó como redactor en los diarios “El Litoral” y “Epoca” de esta ciudad. Su vocación de alma era el periodismo y a la tarea comunicacional se abocó a lo largo de su vida, utilizando todos los medios a su alcance y propiciando la implementación de otros canales aptos para dicha tarea.
Bregó hasta recalar en la Universidad del Nordeste con las carreras que había soñado incorporar al plan de estudios y la utopía fue entonces una hermosa realidad. Relaciones Públicas, Relaciones Laborales, Turismo y Comunicación Social, deben a Ton Lubary su concreción.
Su vocación de servicio y su profesión de fe, lo hizo transitar un camino paralelo como responsable del área de Prensa del Arzobispado de la ciudad de Corrientes, cargo en el que desempeñó su labor por doce años. Como titular de ese organismo, organizó junto a un grupo de colaboradores, a quienes siempre mencionaba con el don de humildad que lo caracterizaba, el “X Congreso Eucarístico Nacional” en el mes de septiembre de 2004.
Recibió el premio “Santa Clara de Asís” que otorga la Liga de Madres de Familia, en el año 1995, en reconocimiento a su trayectoria periodística.
Le gustaba estar entre los libros y escribir, ahora utilizando la modernidad de una computadora, pero con el recuerdo presente de la vieja “Remington” a la que lo unían anécdotas de su paso por la redacción del periódico, quizás su mayor orgullo.

ESCRITOR

El año pasado, más precisamente en el mes de diciembre y aquejado por los primeros vestigios de una enfermedad que acabó con su vida, presentó el libro “Síntesis de las líneas pastorales del Arzobispo de Corrientes, Monseñor Domingo Salvador Castagna”, con motivo de cumplirse el 50 aniversario de la ordenación sacerdotal del pastor.
A fines del mes de marzo, había concluído la redacción de su obra, “Nociones de periodismo”, en la que realizó un prolijo trabajo investigativo, incorporando la ductilidad de nombres referentes de esa disciplina a nivel nacional e internacional, pero sin olvidar a sus compañeros, encontrando en la opinión de todos, una actitud digna de destacar en su compendio.
Estaba ilusionado con editar este libro de más de 200 páginas y hasta último momento esa luz de esperanza fue la energía vital que en la madrugada se apagó junto con sus sueños. Casi en el límite de sus fuerzas físicas, la mirada de “Ton” se encendía al buscar entre sus más de 500 textos, aquel cuyo autor debía mencionar y era preciso en los datos transcriptos, porque su intención era la de instruir y no la de generar confusión.
Queda la promesa de todos quienes estuvieron a su lado (entre ellos una periodista de este diario) de concretar la edición póstuma de su tratado, para demostrarle quizás, que ningún trabajo es en vano, aún en la impaciencia del tiempo terreno.
Juan Manuel Lorenzo, el querido “Ton” Lubary, cerró la última página de un libro en el que escribió su mejor obra, aquella que habla de la humildad, el compromiso con el prójimo y la voluntad de aceptar el designio divino, con la misma conducta de respeto que signó su paso por la vida.

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