Más de siete mil personas fueron bendecidas con las oraciones del sacerdote colombiano Darío Betancourt, líder del Movimiento Carismático, en el marco de la Jornada de Evangelización.
El encuentro se desarrolló ayer -y continuará hoy- en el Club de Regatas, lugar en el que se congregaron miles de fieles y seguidores del Padre.
Convocados por la espiritualidad de sus palabras de sanación, desde las 13.30, empezaron a llegar personas de todas las edades y de distintos puntos de la provincia y la región, ya que había delegaciones de Monte Caseros, Mercedes, San Luis del Palmar, Resistencia, Formosa y Corrientes.
Las tribunas del club, estaban repletas -en su mayoría-, de jóvenes y adultos, en tanto que en la parte inferior las sillas eran ocupadas por ancianos, discapacitados, o mayores enfermos, dado que tenían prioridad para estar más cerca del Padre Betancourt. Así también una importante cantidad de asistentes tuvieron que permanecer parados en los espacios libres.
Pasadas las 15 -con el predio lleno de gente-, se dio inicio al evento con cantos de animación a cargo de un conjunto carismático del Chaco, grupo que reanimó a la multitud que esperaba ansiosa la llegada del religioso.
Mientras tanto, se fue generando un clima de exaltación y felicidad. Hombres y mujeres que pese a la edad o malestar físico, igualmente resistían de pie moviéndose al ritmo de canciones religiosas caracterizadas por la alegría que trasmiten. El contenido de letras como “Alabaré” o “El amor de Cristo”, producían un gran entusiasmo a la muchedumbre que se reunió para escuchar el anuncio de fe del cura colombiano.
Aproximadamente a las 17, subió al escenario el Padre, Darío Betancourt, dando satisfacción a los creyentes que lo esperaban. Detrás del altar se podía leer el lema convocante: “Llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en él tengan vida”, y a un costado se disponía la imagen de la Virgen de Itatí.
El máximo exponente del Movimiento Carismático, primero impartió una prédica evangelizadora referida al amor de Jesucristo, recopilación de las enseñanzas que incorpora en páginas de sus numerosos libros inspirados en la espiritualidad y un don de especial.
Tras un breve receso, el sacerdote presidió la celebración de la “Misa de Sanación”.
“Es importante mencionar que el padre Betancourt, no es un cura sanador, solo hace oraciones de sanación, es decir que reza por los enfermos. Es el Señor quien procede a partir de la fe de la persona”, explicó a El Litoral, Yolanda Dubarri, integrante de la Renovación Carismática Católica de la Arquidiócesis, grupo a cargo de la organización.
Continuó expresando que “el padre Betancourt, mueve multitudes a todas partes a la que vaya. Sus mensajes dan aliento de vida, y nos hace sentir más cerca de Dios”.
En este sentido, hizo una aclaración: “las misas no logran restituir por ejemplo un brazo o una pierna a quien no la tiene, pero permitirá que ese individuo pueda aceptar esa condición y diferenciar que Dios nos saca algunas cosas, pero que nos entrega mucho más”.
Yolanda manifestó que esta edición superó la afluencia que tuvo la visita anterior, que fue en junio del 2001 en el Anfiteatro Cocomarola.
Finalmente, vale recordar que la jornada se repetirá hoy con igual programa -de 15 a 21 en el Club de Regatas-.
Según indicó Dubarri, el evento fue declarado de interés provincial por el Gobierno de Corrientes, destacando la importancia que significa contar con la presencia del religioso colombiano, Darío Betancourt.
El encuentro se desarrolló ayer -y continuará hoy- en el Club de Regatas, lugar en el que se congregaron miles de fieles y seguidores del Padre.
Convocados por la espiritualidad de sus palabras de sanación, desde las 13.30, empezaron a llegar personas de todas las edades y de distintos puntos de la provincia y la región, ya que había delegaciones de Monte Caseros, Mercedes, San Luis del Palmar, Resistencia, Formosa y Corrientes.
Las tribunas del club, estaban repletas -en su mayoría-, de jóvenes y adultos, en tanto que en la parte inferior las sillas eran ocupadas por ancianos, discapacitados, o mayores enfermos, dado que tenían prioridad para estar más cerca del Padre Betancourt. Así también una importante cantidad de asistentes tuvieron que permanecer parados en los espacios libres.
Pasadas las 15 -con el predio lleno de gente-, se dio inicio al evento con cantos de animación a cargo de un conjunto carismático del Chaco, grupo que reanimó a la multitud que esperaba ansiosa la llegada del religioso.
Mientras tanto, se fue generando un clima de exaltación y felicidad. Hombres y mujeres que pese a la edad o malestar físico, igualmente resistían de pie moviéndose al ritmo de canciones religiosas caracterizadas por la alegría que trasmiten. El contenido de letras como “Alabaré” o “El amor de Cristo”, producían un gran entusiasmo a la muchedumbre que se reunió para escuchar el anuncio de fe del cura colombiano.
Aproximadamente a las 17, subió al escenario el Padre, Darío Betancourt, dando satisfacción a los creyentes que lo esperaban. Detrás del altar se podía leer el lema convocante: “Llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en él tengan vida”, y a un costado se disponía la imagen de la Virgen de Itatí.
El máximo exponente del Movimiento Carismático, primero impartió una prédica evangelizadora referida al amor de Jesucristo, recopilación de las enseñanzas que incorpora en páginas de sus numerosos libros inspirados en la espiritualidad y un don de especial.
Tras un breve receso, el sacerdote presidió la celebración de la “Misa de Sanación”.
“Es importante mencionar que el padre Betancourt, no es un cura sanador, solo hace oraciones de sanación, es decir que reza por los enfermos. Es el Señor quien procede a partir de la fe de la persona”, explicó a El Litoral, Yolanda Dubarri, integrante de la Renovación Carismática Católica de la Arquidiócesis, grupo a cargo de la organización.
Continuó expresando que “el padre Betancourt, mueve multitudes a todas partes a la que vaya. Sus mensajes dan aliento de vida, y nos hace sentir más cerca de Dios”.
En este sentido, hizo una aclaración: “las misas no logran restituir por ejemplo un brazo o una pierna a quien no la tiene, pero permitirá que ese individuo pueda aceptar esa condición y diferenciar que Dios nos saca algunas cosas, pero que nos entrega mucho más”.
Yolanda manifestó que esta edición superó la afluencia que tuvo la visita anterior, que fue en junio del 2001 en el Anfiteatro Cocomarola.
Finalmente, vale recordar que la jornada se repetirá hoy con igual programa -de 15 a 21 en el Club de Regatas-.
Según indicó Dubarri, el evento fue declarado de interés provincial por el Gobierno de Corrientes, destacando la importancia que significa contar con la presencia del religioso colombiano, Darío Betancourt.
